Gotham se reafirma en su tesis de que la multinacional no ha desvelado la verdadera dimensión de sus transacciones, como tampoco la identidad real de los propietarios de Scranton. «Hemos observado que Grifols ha realizado cambios en su dirección y junta directiva que nos indican que al menos algunas de nuestras preocupaciones son válidas. Aún tenemos muchas preguntas para Grifols», señala este martes. En su comunicado, de apenas 7 páginas, Gotham se pregunta otra vez -ya lo hizo el pasado 9 de enero- sobre la consolidación simultánea de los mismos activos (Haema y BPC) por parte de la empresa y su accionista, aunque el grupo farmacéutico ya explicó que está aplicando la normativa contable NIIF relativa a participaciones en otras empresas sobre las que ejerce el control. En este caso, la farmacéutica tiene una opción de compra irrevocable sobre las dos filiales que vendió a Scranton en 2018 y, por ese motivo, se anota sus resultados como propios en las cuentas. La firma de análisis vuelve a preguntar si los vínculos entre Scranton y Grifols se relacionan únicamente con los alquileres de la sede central de Grifols desde 2012 y el citado traspaso de filiales en 2018. «¿No hay otros vínculos? ¿Son estas las únicas relaciones entre Grifols y Scranton? Este es uno de los problemas que la CNMV española podría estar investigando».
Gotham dice que los estados financieros de Scranton de 2021 revelan un aumento en pasivos de 59 millones de euros relacionados con «pagos anticipados de Grifols Worldwide Operations Ltd» y señala que esta transacción no ha sido divulgada en los informes financieros de Grifols. Por otro lado, los documentos financieros de Grifols en CNMV revelan 113,4 millones de euros de «Préstamos a largo plazo a partes relacionadas» hasta el primer semestre de 2023, pero en otros informes se apunta a un saldo de 95 millones. «Por favor, explique qué partes relacionadas recibieron estos préstamos, en qué términos. Confirme o niegue que Scranton sea un receptor directo o indirecto de alguno de estos préstamos», insiste la firma financiera.
En su llamada con inversores tras nuestro informe, Grifols reveló que la familia Grifols posee menos del 20% de Scranton, pero diversos documentos e información enviados a los reguladores o al registro mercantil amplían el porcentaje en manos de la familia hasta cuarto grado de parentesco hasta el 70.
Por último, Gotham recuerda que el comité de auditoría de Grifols contrató al bufete de abogados Baker McKenzie para llevar a cabo un «análisis independiente» de las prácticas comerciales y contables de Grifols. Baker McKenzie es un bufete de abogados, no una firma de contabilidad forense. «¿Está Grifols dispuesto a contratar a una firma de contabilidad forense independiente para investigar sus prácticas comerciales y contables, y publicar esos hallazgos?», señala.