Y es que, en general, los miembros del FOMC se inclinaron hacia una postura de línea dura, “ya que la preocupación por una relajación prematura de la política monetaria fue más evidente que el temor a mantener una política demasiado restrictiva durante demasiado tiempo”.
El experto de la gestora destaca del contenido de las minutas, entre otros, estos aspectos:
-La mayoría de los miembros del FOMC señalaron los riesgos de actuar con demasiada rapidez para suavizar la orientación de la política y subrayaron la importancia de evaluar cuidadosamente los datos entrantes para juzgar si la inflación está descendiendo de forma sostenible hacia el 2%.
-Reconocieron los progresos en el retorno de la inflación al objetivo a largo plazo pero concedieron cierta importancia a la posibilidad de que los nuevos avances en la reducción de la inflación pudieran tardar más de lo previsto.
-Advirtieron de que el impulso de la demanda agregada podría ser mayor de lo que se considera actualmente, especialmente a la luz de la sorprendente resistencia del gasto de los consumidores el año pasado, lo que se configura como un riesgo al alza tanto para la inflación como para la actividad económica.
-Algunos participantes apuntaron que las recientes ganancias de empleo se concentraron en unos pocos sectores, lo que sugiere que los mercados laborales podrían ser más débiles de lo que parecen.
-Contemplaron que cualquier retroceso sustancial en la reducción de la inflación podría dar lugar a un endurecimiento de las condiciones financieras que ralentizaría el ritmo de la actividad real más de lo previsto.
De esta manera, es probable que los datos del deflactor del consumo privado/PCE estadounidense que se publican este jueves sean alentadores, dados los datos del IPC y el IPP de enero. “El IPC subyacente anualizado del cuarto trimestre del 2023 fue del 1,5%, mientras que el del segundo semestre fue del 1,9%. Los datos de enero elevarán las tasas de ejecución, pero hay razones para creer que debemos mirar más allá de un solo mes y centrarnos en la tendencia a largo plazo de caída de la inflación”, comenta. En su opinión, la lectura de este mes probablemente reafirmará que es probable que los recortes de tipos se retrasen para ganar confianza en que la inflación se ha controlado.
Zona euro
Respecto a la inflación de la zona euro, que se conocerá al día siguiente, las previsiones apuntan a que seguirá disminuyendo en términos interanuales, con una inflación general que caerá a sólo el 2,5% y una inflación subyacente que retrocederá al 2,9%. “La desinflación en curso debería liberar al BCE para empezar a recortar los tipos en el segundo trimestre. En la conferencia de prensa del BCE de enero tras la reunión de política monetaria, la presidenta Christine Lagarde dejó claro que el Consejo de Gobierno del BCE quiere ver los datos de las liquidaciones salariales antes de embarcarse en una senda de relajación, dado que el 40% de todos los trabajadores ven reajustados sus salarios en el primer trimestre de cada año. Aunque es posible que el BCE disponga de pruebas suficientes para actuar en su reunión de abril, sigo opinando que junio es un punto de partida más probable para la reducción de tipos”, sostiene el estratega de Lazard. Los mercados atribuyen actualmente un 34% de probabilidades a una reducción de 25 puntos básicos en la reunión de abril, con un 100% de probabilidades de un recorte hasta junio.
China
El viernes se publicarán también los datos del PMI de China, que probablemente se mantendrán cerca del nivel de 50 que separa el crecimiento de la contracción. “Espero que los datos de alta frecuencia fuera del mercado inmobiliario residencial mejoren a medida que el efecto acumulativo de decenas de medidas de estímulo empiece a impulsar el crecimiento”, dice Temple.
La semana pasada, el Banco Popular de China redujo el tipo de interés preferencial de los préstamos a 5 años en una cifra récord de 25 puntos básicos, hasta el 3,95%, y mantuvo el tipo preferencial a 1 año en el 3,45%. Para Temple, es probable que la decisión de reducir el tipo a 5 años respalde la compra de nuevas viviendas, al tiempo que no variar el tipo a 1 año protege los márgenes de interés de los bancos. “Esta rebaja de los tipos refuerza mi confianza en que el efecto acumulativo de los esfuerzos de estímulo en China dará lugar a sorpresas al alza en los datos de alta frecuencia y en el mercado de renta variable en 2024, incluso mientras la economía y la confianza de los consumidores se vean lastradas por el reequilibrio en curso en el sector inmobiliario”, asegura.
Los precios de la vivienda nueva en China cayeron un 0,37% intermensual, mientras que los de la vivienda usada descendieron un 0,68%. Los precios de la vivienda nueva bajaron en 24 de los últimos 28 meses en China. Y lo que es más importante, según Temple: los datos del índice no reflejan los «descuentos en la sombra», como ofrecer a los compradores una plaza de aparcamiento gratuita o un crédito para comprar electrodomésticos, lo que sugiere que los precios de la vivienda han bajado mucho más desde el máximo anterior de lo que indican los datos del índice. “Un descenso sostenido de los precios de la vivienda es perjudicial para la confianza de los consumidores, dado que la vivienda constituye la mayor parte de los activos totales del hogar medio”,