La afirmación no es nuestra sino de la fundación FAES que este mismo lunes se ha despachado con un informe político en el que entre otras cosas señala que el jefe del Ejecutivo y el presidente de la formación verde, Abascal, «se retroalimentan actuando como polos complementarios».
En su análisis titulado ‘Vox y la corrupción del conservadurismo», señala además que «Sánchez sin Vox perdería su excusa favorita, su seguro de vida. El PSOE necesita que Vox siga ahí para dislocar la articulación de una alternativa que sus pobres resultados y su total falta de escrúpulos a la hora de rentabilizarlos hacen más urgente cada día que pasa».
Además, advierte que en la campaña de las generales del pasado 23 de julio Vox «favoreció claramente la estrategia de movilización socialista. No ahorró gestos ni exhibiciones histriónicas para que el discurso de Sánchez encontrara destinatarios receptivos a pesar de todo».
Según Faes, Vox sirvió «a la postre para inutilizar la victoria» del PP. «En los últimos comicios gallegos la aspiración voxista apuntaba, como mucho, a la obtención de un escaño, incluso a costa de precarizar los resultados populares y arriesgar un tercer frente de ruptura constitucional en España; en el País Vasco, lo mismo; en Cataluña, idéntico potencial dispersivo».
Por otra parte, subraya que en Estados Unidos «el trumpismo ha devorado el Partido Republicano marginando su orientación conservadora» pero en España «está siendo muy otro el papel de la derecha populista» de Vox, que, según añade, «nació con la vocación de suplantar al PP». Finalmente, concluye que,»en lo ideológico, su proximidad con modelos populistas aleja su proyecto del concurso de mayorías suficientes. En lo electoral, su rendimiento se limita a dificultar la posibilidad de una alternativa al sanchismo».
Se podrá o no estar de acuerdo con el análisis, pero no deja de ser una versión de porque todos los representantes y candidatos socialistas repiten una y otra vez es lo de la derecha y la ultraderecha que se ha convertido en la gran muletilla de todas sus intervenciones en mítines, discurso y entrevistas.
Como todo el mundo sabe una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad y de eso va esta historia sanchista en la que el ocupante de La Moncloa siempre sale “ganador” sin que hasta ahora nadie haya sido capaz de convencer al electorado de la vaciedad de sus mensajes y de la ineficacia de un gobierno que esta, pero que no gobierna porque ni sabe ni puede.