La agencia detalla que «la afirmación de la calificación ‘Baa1’ de Endesa y el cambio de perspectiva de ‘negativa’ a ‘estable’ sigue a la de su matriz Enel, que posee el 70,1% de su capital social». Además, asegura que la calificación «se basa en el perfil empresarial y financiero independiente de Endesa, que sigue siendo sólido, contrarrestado en cierta medida por su posición integral dentro del grupo Enel». «La fortaleza crediticia subyacente de Endesa se basa en la alta proporción de actividades reguladas dentro de su combinación de negocios (más del 40%, incluida la generación en las islas españolas), lo que sustenta la estabilidad de las ganancias; y su moderado apalancamiento», asegura. Asimismo, señala que «las calificaciones podrían reducirse si el grupo no pudiera mantener un perfil financiero consistente con la guía para la calificación actual».
«Las calificaciones de Endesa están actualmente limitadas por las de Enel dado que es parte integral del grupo. Por lo tanto, es probable que las calificaciones de Endesa aumenten si se mejoran las calificaciones de Enel. Además, es probable que la calificación de Endesa sea rebajada si se rebajan las calificaciones de Enel; o el perfil independiente de la compañía se deteriorara significativamente desde el nivel actual debido a un debilitamiento significativo en su entorno operativo nacional o un aumento en su apalancamiento», concluye.