Si se compara con el cierre de 2023, el avance de la riqueza financiera de las familias solo en los tres primeros meses de 2024 es del 2,73%, según las Cuentas Financieras de la economía española publicadas este miércoles por el Banco de España. Los activos financieros de los hogares -dinero en efectivo, acciones, depósitos y valores en renta- aumentaron un 6,68% frente a un año antes, hasta los 2,88 billones de euros.
En relación con el producto interior bruto (PIB), los activos financieros netos representaron un 194,8% a cierre de marzo, ratio que es 0,9 puntos porcentuales inferior a la de un año antes, que se explica exclusivamente por el crecimiento de la economía. El grueso de los activos financieros de los hogares españoles se mantuvo en efectivo y depósitos, que sumaban el 37% del total; seguido de participaciones en el capital (30%); en fondos de inversión (16%); y seguros y fondos de pensiones (13%).
Las participaciones en fondos de inversión fue el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares, 1 punto porcentual respecto a un año antes; mientras que el peso del efectivo y los depósitos fue el que más cayó, 2 puntos porcentuales.
La deuda consolidada de las familias y empresas no financieras ascendió a 1,63 billones de euros en el primer trimestre de 2024, un 1,1% menos que un año antes. En términos de PIB, la ratio se moderó en un año desde el 119,3% hasta el 110,1%. Tanto las empresas como los hogares contribuyeron a este descenso.
La deuda consolidada de las empresas se redujo desde los 952.400 millones del primer trimestre de 2023 a los 948.800 millones de marzo de 2024, lo que supone el 64,1% del PIB, frente al 69% de un año antes. Si se incluye la deuda entre empresas, la ratio se eleva al 81,1%, por debajo del 88,5% de un año antes.
En el caso de los hogares, la deuda pasó de 695.800 millones de marzo de 2023 a 681.500 millones a cierre del primer trimestre de 2024. Respecto al PIB, la ratio de deuda de los hogares disminuyó hasta el 46% en los tres primeros meses de 2024, porcentaje inferior al 50,4% de un año antes.
La evolución de la deuda consolidada de las empresas y de los hogares se explica, principalmente, por los valores negativos de las operaciones netas acumuladas; mientras que los otros flujos experimentaron unos valores ligeramente positivos, añade el Banco de España. El importe de las operaciones netas acumuladas en marzo de 2024 se situó en -19.400 millones de euros, lo que supuso una caída del 1,3% en términos del PIB.
Las empresas disminuyeron su deuda en 8.000 millones por las operaciones netas (0,5% del PIB), si bien el efecto del alza de los precios de sus valores emitidos de renta fija compensaron ligeramente la contracción. Por su parte, los hogares redujeron su deuda con unas operaciones netas de 11.400 millones, un 0,8% del PIB.