Así, el titular de Cultura, Urtasun; su homólogo en Derechos Sociales, Bustinduy; la ministra de Sanidad, García; y su compañera en Infancia y Juventud, Rego; expondrán junto a Díaz las líneas centrales a las que aspiran en las futuras cuentas públicas y que plasmarán en un documento. También se espera, según explican desde la formación, una nutrida presencia de cargos de Sumar, tanto de secretarios de Estado como diputados del grupo plurinacional en el Congreso y representantes de las fuerzas políticas de la coalición. Antes del evento, los ministros de Sumar y dirigentes de los distintos partidos mantendrán una reunión previa centrada también en materia presupuestaria.
Con motivo del inicio del curso político Sumar ha enfatizado la necesidad de contar con unos nuevos Presupuestos Generales ambiciosos, al ser la mejor manera de terminar con la «parálisis» que ha sufrido el Ejecutivo en los últimos meses tras un largo ciclo electoral. Así, han marcado entre sus prioridades fundamentales desplegar medidas para solucionar las dificultades de acceso a la vivienda, pues los altos precios están succionando una parte importante de las rentas salariales, pese a la subida aplicada en el salario mínimo. En este campo ya han lanzado iniciativas para elevar la fiscalidad de los pisos turísticos y demandan una regulación del alquiler de temporada (precisamente este martes se debatirá la toma en consideración de una proposición de ley con otros grupos de izquierda). Además, ha defendido un plan de cara a construir medio millón de viviendas públicas con un alquiler de 400 euros.
También otro de los ejes de su propuesta es conseguir permisos de cuidados remunerados y desplegar una prestación universal por crianza de 200 euros. Sumar ha puesto énfasis, además, en el despliegue de una reforma fiscal y empujará para que en estos Presupuestos se den avances en esa dirección. Por ejemplo, desde el socio minoritario están convencidos de que, como mínimo, habrá que hacer permanentes los impuestos extraordinarios a la banca y las energéticas, así como medidas para atajar el ‘dumping fiscal’ que realizan algunas comunidades del PP.
El socio minoritario también viene demandando reformas en el Impuesto de Sociedades para que las grandes empresas aporten más al erario público, como garantizar que el tipo del 15% se aplique a los beneficios reales de las grandes compañías. Una de las cuestiones que remarcan los distintos portavoces de Sumar es que ya tienen mucho trabajo avanzando porque ya elaboraron un documento pormenorizado de propuestas con vistas a haber presentado este año PGE, algo de lo que el PSOE desistió por el adelanto electoral en Cataluña. En consecuencia, han estado actualizando sus reivindicaciones.
Por ahora, los contactos en el seno de la coalición de cara a la negociación presupuestaria se circunscriben a las rondas del Ministerio de Hacienda con los ministerios, incluidos los de Sumar. Y la idea es que tras esa fase arranque a continuación las negociaciones entre las dos formaciones que componen el Gobierno. Con el arranque del curso parlamentario, Sumar ha lanzado un llamamiento a los socios de investidura para intensificar contactos y evitar cualquier riesgo de bloqueo de la investidura, algo que según desgranó la formación es lo que quiere el PP. Todo ello en contraposición con las declaraciones del presidente del Gobierno, relativas a que el Gobierno iba a seguir avanzando con o sin apoyo del poder legislativo, palabras que partidos aliados de Sumar como Compromís afearon y pidieron rectificar.
Distintos sectores del socio minoritario de la coalición son conscientes de que la aritmética parlamentaria es compleja y que el Gobierno debe dar la imagen de que va a por todo en esta legislatura, demostrándolo en los Presupuestos y en la negociación con los distintos grupos. La idea, han recordado, es que tanto PSOE y Sumar mantengan contactos conjuntos con las formaciones en la cámara, como ya pasó con la ronda de reuniones antes del verano de cara al plan de medidas de regeneración democrática.
En este sentido, cargos de la confluencia han manifestado que aunque el Ejecutivo puede seguir adelante en caso de prórroga presupuestaria, disponer de nuevas cuentas públicas es esencial para cumplir la agenda y están convencidos de que habrá cuentas públicas, pese a que el inicio de curso el Gobierno ha perdido votaciones en el Congreso. Por ejemplo, en el núcleo duro de Sumar son optimistas y están convencidos de que se logrará armar una mayoría parlamentaria para aprobar los PGE, consiguiendo atraer sobre todo a Junts que ha amenazado ya con tumbar la senda de gasto. Así, agregan que no creen que tras quedar en la oposición en el Gobierno interese a este partido boicotear la legislatura y, con ello, perder su papel de ser fuerza clave y determinante en el Congreso.
No obstante, otras voces dentro del grupo parlamentario son más cautas y recalcan que, actualmente, no ven incentivos en Junts y que el escenario de prórroga no puede descartarse. Asimismo, un sector de la coalición asume que sobre todo Junts es una incógnita y que el desenlace de su congreso interno será clave para saber qué posición adopta de cara a los Presupuestos y la legislatura. También recuerdan que ERC atraviesa tiempos convulsos en el plano interno y que su cita congresual también es relevante, aunque en su caso no hay dudas de su compromiso con la mayoría de investidura.
La cita llega también, según remarcan numerosas fuentes de Sumar, con calma en materia de financiación autonómica, tras las tensiones que surgieron en relación al acuerdo entre PSC y ERC, sobre todo ante el despliegue de un concierto económico en Cataluña. Y es que Compromís y Chunta llegaron a advertir de que votarían en contra si no se daba a sus territorios también una financiación singular e IU desgranó que no podía apoyar una vía confederal como esa. No obstante, los partidos de la coalición han mantenido diversos contactos en agosto y propiciar un clima de tranquilidad, postulando que la reforma de la financiación debe servir para avanzar a un modelo de país federal, con más recursos para todas las comunidades y apelando a vincular un nuevo modelo con la reforma fiscal.
Una muestra de ello, según apuntan desde el grupo parlamentario, es la reunión del pasado lunes de la dirección del grupo parlamentario, con representante de los partidos, donde se mostró sintonía en mantener esa postura común y se fijó que fuera Compromís quien, en el debate de una iniciativa sobre financiación del PP, la pusiera de relieve