Los mayores problemas se concentraron en la provincia de Valencia donde decenas de empleados se vieron afectados de manera directa por los estragos de la riada y donde 71 oficinas de los 201 centros que la entidad financiera tiene en la provincia sufrieron daños de diversa consideración.
En la provincia de Valencia, 13 oficinas sufrieron afectación grave y otras siete muy grave por lo que ha sido necesario remodelarlas por completo: Algemesí, Paiporta, Aldaia, Albal, Massanassa, Benetússer y Sedaví tuvieron que mantenerse cerradas a la espera de ser reacondicionadas.
Tras varias semanas de intensos trabajos de reacondicionamiento, la oficina de Algemesí reabrió sus puertas el pasado 25 de noviembre; las de Paiporta y Aldaia se reabrieron el 2 de diciembre; las de Albal y Masanassa el pasado lunes 23 de diciembre, y hoy, con la apertura de la oficina de Sedaví, culmina el proceso de remodelación de todos los centros afectados.