Y estos días nos hemos enterado de que la propia Moncloa ha admitido admite que Sánchez no fue convocado por el Secretario General de la OTAN a la Cumbre de diciembre celebrada con Zelenski a la que asistieron mandatarios de varios países para analizar el envío de una misión de paz a Ucrania
Y claro esa circunstancia solivianto de tal manera el orgullo de nuestro don Pedro que nmo le quedo mas remedio que viajes el pasado lunes a Ucrania para intentar erigirse en la oposición internacional a Donald Trump, pero es o es una simple foto de cara al mercado nacional, pata vendernos, no se sabe muy bien que, pero para defender delante de los suyos que es el no va mas en el mundo internacional y que los grandes del mundo cuentan con su opinión y que, claro está, su opinión cuenta como la d los grandes.
Nada de nada. La realidad es bien distinta y el peso del presidente del Gobierno español es liviano pese a sus gestos de cara a la galería, tal y como demuestra un documento de la propia Moncloa en el que se poned e manifiesto que el líder socialista no fue invitado a la cumbre de urgencia entre la OTAN y el presidente Zelenski celebrada hace apenas dos meses.
Esa desazón presidencial explica que a pesar de la oposición de sus socios progres de gobierno, Sánchez, anunciase hace solo unos días en su intervención en la Cumbre internacional de líderes en apoyo a Ucrania que se celebró en Kiev que España ofrecerá a ese país «un nuevo paquete de asistencia militar por valor de mil millones de euros en 2025». «Seguiremos apoyando a Ucrania todo el tiempo necesario», remarcó el presidente. Y es que, Sánchez está empeñado en liderar una Europa unida que guíe los pasos para negociar las condiciones para el fin de la guerra después de la llegada de Trump a la Casa Blanca que pretende negociar un final para la guerra de Ucrania sin Ucrania.
Por eso, Sánchez remarcó, en la reunión de urgencia convocada días atrás por Macron, que «la salida tiene que contar con la implicación activa de la UE y de Ucrania en esas conversaciones de paz para que no sean un cierre en falso, como ha ocurrido en el pasado».
Sin embargo, pese a que Sánchez aspira a liderar Europa, la realidad es bien distinta, pues su peso internacional es cada vez más débil y su situación interna no es mucho mejor, pues mientras pide unidad en Europa, rompe cualquier cohesión interior aliándose con todos los que tratan de romper la igualdad entre españoles.