No obstante, el incremento del precio para 2025 podría ser solo del 5,9% en valor interanual si se tiene en cuenta el indicador de precios del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, que se realiza con el valor de la tasación de vivienda y no con el del precio de la tasación que utiliza el INE.
Respecto a los visados de obra nueva, CaixaBank ha elevado su proyección hasta las 135.000 unidades, frente a las 125.000 de su anterior previsión, después de que hayan ido ganando tracción en 2024.
Con estas nuevas previsiones, el crecimiento del precio de la vivienda sería ligeramente superior al de la renta disponible por hogar, de modo que la ratio de accesibilidad aumentaría ligeramente a nivel agregado, pasando de 7,2 años de renta íntegra que un hogar debe dedicar para comprar una vivienda hasta los 7,5 años en 2025, similar a 2022, si bien muy inferior al máximo del 9,4 años que se alcanzó en 2007.
El buen comportamiento de las rentas de los hogares evitaría a corto plazo la aparición de desequilibrios destacados en los precios a nivel agregado, aunque en las grandes ciudades existe un problema de accesibilidad. En todo caso, el comportamiento del precio de la vivienda seguirá condicionado en gran medida por el desajuste entre la oferta y la demanda. En este sentido, una reactivación de la oferta menor de lo prevista podría presionar más de lo esperado a los precios de la vivienda y, en función de la reacción de la demanda, agravar los problemas de accesibilidad.