El jefe del Ejecutivo volverá a esquivar a la Cámara Alta, esta vez por un viaje oficial a Finlandia y Luxemburgo. La última vez –y primera y única de esta legislatura– que Sánchez se sometió al control del Senado fue el 12 de marzo del año pasado. Fue en un debate muy bronco con la portavoz del PP en la Cámara Alta, García, con quien cruzó reproches e insultos.
El PP amenazó al presidente del Gobierno con citarle en la comisión de investigación en el Senado sobre el ‘caso Koldo’, como posteriormente hizo –aunque sigue sin convocarle–. Y Sánchez aprovechó la efeméride del 11-M para espetarle que «la gran mentira” del Gobierno de Aznar, que apuntó a ETA como la responsable de los atentados, “es el acta fundacional del proyecto político destructivo” que el principal partido de la oposición “representa desde hace 20 años a esta parte”.
Un año después, el PSOE considera que el PP ha convertido el Senado “en una oficina de ataque y resistencia» contra Sánchez, motivo por el que el presidente del Gobierno ya no acude a la Cámara Alta.
En la anterior legislatura, cuando el PSOE contaba con una mayoría amplia, Sánchez presumía de ser uno de los presidentes del Gobierno que más acudía al Senado. De hecho, con el desembarco de Núñez Feijóo en la política nacional, hizo seis comparecencias a petición propia ante el Pleno en apenas un año, frente a la única vez que lo hizo Mariano Rajoy en casi siete.