La compañía encara la que será su tercera ampliación de capital en pocos meses, en este caso de 50 millones, de la que ya tiene asegurado el 40% gracias al respaldo del núcleo mexicano, los hermanos Amodio, que son los principales accionistas con un 21,6%, y el empresario Andrés Holzer, que entró con la última recapitalización y que ostenta un 8,3% del capital.
Como parte de esta nueva ampliación, con derecho de suscripción preferente, OHLA da carpetazo a la posible emisión de un bono convertible, tal y como proponía José Elías, que tiene un 10 % de la compañía, y en la que llegó a ser unos meses vicepresidente antes de que los últimos acontecimientos provocaran su salida del consejo de forma coordinada con sus socios afines.
Tras meses de infarto e intensas negociaciones con la banca acreedora, los bonistas y los nuevos inversores, OHLA encaraba en febrero una etapa renovada y trabajaba en un nuevo plan estratégico para esta primavera con horizonte 2028 bajo la dirección del mexicano, Tomás Ruiz, como consejero delegado.
Las desavenencias con los nuevos inversores y la investigación contra Antonio Almansa -aliado de Elías y hasta hace poco consejero independiente con un 1 % de OHLA a través de Coenersol- por la venta de 5 millones de acciones dentro del periodo de «blackout» y antes de conocerse el golpe de 40 millones para el grupo por la ejecución de unos avales en Kuwait, o las acusaciones cruzadas contra los mexicanos, han abierto un nuevo escenario en OHLA.
Después de que el grupo acordara por unanimidad amonestar gravemente a Almansa, con lo que éste debía dimitir, los consejeros que representaban a los nuevos accionistas en la compañía -con cerca del 18% del capital y encabezados por Elías (fundador de Audax Renovables y dueño de La Sirena) presentaron su dimisión en bloque antes de la celebración del consejo de administración. En este contexto, los accionistas minoritarios representados por Aemec ya habían amenazado con acciones judiciales por los «falsos» consejeros independientes, las graves acusaciones contra Almansa o por el bono convertible que les diluiría en el accionariado y consideran intolerable para una compañía cotizada todo lo que está pasando en OHLA.
La empresa, que ha protagonizado estos días varios desplomes bursátiles que han borrado sus ganancias anuales, descarta no obstante una ruptura de caja o crisis financiera en los próximos doce meses.
Con un nuevo director financiero tras el cese de José María Sagardoy, que estaba en OHLA cuando la empresa (antes OHL) la lideraba la familia Villar Mir, OHLA se prepara para sortear la nueva situación. Los hermanos Amodio se convirtieron en 2021 en accionistas de control de la compañía centenaria con un 26% entonces -ahora un 21% tras las últimas ampliaciones- tras acometer una inyección de capital en el grupo, en el que entonces la familia Villar Mir era su principal accionista y del que salieron definitivamente en marzo de 2023.
En junio de 2023, Luis y Mauricio Amodio pasaron a asumir las funciones ejecutivas del grupo, al que rebautizaron como OHLA, culminado su anterior plan de recapitalización y reestructuración, que permitió reducir su apalancamiento y reforzar sus fondos propios.
Las desinversiones son claves para reducir la deuda y sus bonos. El grupo consiguió desprenderse en 2024 de su 25% en un hospital de Montreal (Canadá) y tiene a la venta el negocio de servicios y el 50% del proyecto Canalejas en Madrid en plena refinanciación.