En concreto, el porcentaje de empresas afectadas por los aranceles alcanza el 51% en la industria, el 44% en el transporte y casi el 40% en el comercio. En cambio, en otras ramas de servicios, como las actividades profesionales, administrativas e inmobiliarias, el porcentaje de empresas afectadas se sitúa por debajo del 20%.Por tamaño, las respuestas de las empresas revelan cierta heterogeneidad. En general, las empresas de más de 50 empleados reportan una mayor incidencia negativa de los nuevos aranceles, lo que puede estar relacionado con una mayor orientación exportadora o una mayor dependencia de cadenas internacionales de suministro.
La mayoría de las empresas afectadas sugieren que el efecto negativo asociado a los incrementos arancelarios en Estados Unidos operaría a través de canales indirectos, como una mayor incertidumbre sobre los desarrollos económicos futuros (señalada por el 78% de las empresas) o un debilitamiento de la actividad y del comercio mundial (74%), siendo, de nuevo, la industria, el transporte y el comercio los sectores más afectados a través de estos canales.
Por su parte, un 41% de las compañías señalan que se verían afectadas por el aumento de la competencia como consecuencia de una potencial desviación de flujos comerciales a Europa.
Mientras, un porcentaje relativamente reducido de empresas declaran verse afectadas por los mayores aranceles a través de canales directos. Por ejemplo, un 16% de las sociedades que esperan un efecto negativo se verían afectadas por ser exportadoras directas a Estados Unidos (si bien este porcentaje sube hasta el 31% en la industria), mientras que un 23% lo harían por exportar a Estados Unidos vía intermediarios (porcentaje que llega al 38% en el sector del transporte), y un 21%, por ser importadoras de bienes de Estados Unidos.
Por otro lado, la encuesta del Banco de España también incluye una pregunta acerca del efecto esperado del aumento arancelario sobre el coste de los consumos intermedios, los precios de venta, la demanda, el empleo y la inversión de las empresas.
De acuerdo con los resultados, las empresas afectadas negativamente por los aranceles anticipan un mayor impacto sobre sus costes y precios que sobre variables de cantidades. En concreto, un 65% de las empresas esperan que aumente el coste de sus insumos, mientras que un 45% esperan tener que aumentar sus precios de venta. A su vez, un 38% de las compañías declaran que los nuevos aranceles provocarán una disminución de la demanda de sus productos, porcentaje que aumenta hasta el 49% en la industria y el 47% en la agricultura.
Sin embargo, el porcentaje de empresas que esperan un impacto negativo sobre su nivel de empleo o de inversión es limitado (12% y 16%, respectivamente), sin diferencias significativas entre sectores.
Por último, el cuestionario incluyó una pregunta acerca de las medidas adoptadas por las empresas en respuesta a los nuevos aranceles anunciados por Estados Unidos y a las posibles represalias que puedan anunciar otros países.
En primer lugar, más del 45% de las empresas afectadas declaran que trasladarán el incremento de costes derivado de los nuevos aranceles a sus precios de venta, siendo esta previsión de traslación más intensa en ramas como el comercio y la información y las comunicaciones. En segundo lugar, un 34% pretende diversificar su cadena de suministro buscando proveedores en otros países, porcentaje que llega a casi el 50% de las compañías en la información y las comunicaciones.
En tercer lugar, un 28% de las empresas encuestadas declaran que intentarán diversificar su cartera de clientes, tratando de abrir nuevos mercados en otros países, porcentaje que supera el 40% en la industria y la agricultura. En general, los sectores que esperan una mayor caída de la demanda, como la industria y la agricultura, son los más proclives a abrirse a nuevos mercados.
En cuarto lugar, un 21% de las empresas declaran su intención de anticipar compras de suministros ante la incertidumbre sobre la política arancelaria. Por último, solo un 11% planean trasladar algún proceso productivo a países más cercanos y/o con menos riesgo arancelario, sin grandes diferencias por sectores.