Cuerpo ha reconocido que esta condición puede parecer prematura, dado que la OPA aún no ha sido aceptada por los accionistas del Sabadell. Sin embargo, justificó la medida en el marco del proceso de autorización, asegurando que se trata de evitar un «efecto escalón» que pueda comprometer intereses generales, como el posible cierre de oficinas o despidos masivos. En este sentido, destacó el crecimiento de las plantillas en ambos bancos en los últimos años, una evolución que el Gobierno quiere proteger.
Según ha confesado el Ejecutivo no impedirá que el BBVA nombre consejeros en el consejo del Sabadell, pero sí exigirá que cada entidad mantenga una estrategia propia, sin anteponer los intereses de una eventual fusión. «Cada consejo debe velar por maximizar el beneficio de su banco sin pensar en una integración inmediata», subrayó Cuerpo. Preguntado por la continuidad de Oliu y_ González-Bueno, presidente y consejero delegado del Sabadell, el ministro evitó posicionarse. Inisistió en que la composición del futuro consejo debe responder al interés del banco, estén quienes estén al frente.
La decisión del Gobierno llega tras la consulta pública sobre el impacto de la operación que lanzó de manera sorpresiva el Ejecutivo. Según explicó el ministro, un 41% de los participantes consideró que no existen razones de interés general que pudieran verse comprometidas. Si se suman los que, aunque reconocían cierto impacto, no creían necesarias condiciones adicionales, el porcentaje asciende al 47%. Las principales preocupaciones detectadas giran en torno a la competencia, la estabilidad financiera y el mantenimiento del empleo.
En relación con la posibilidad de que el Ejecutivo hubiera prohibido la fusión de manera permanente, el ministro ha destacado que «la decisión final sobre la fusión se tomará el momento en el que las entidades la pidan», si los accionistas del Sabadell así lo deciden. Según el dictamen del Gobierno, siempre que la operación salga adelante, en un plazo de tres años, BBVA y Sabadell deberán presentar dos documentos clave: una revisión de su actividad durante el trienio y un nuevo plan estratégico a futuro. Este podrá incluir o no una fusión, pero deberá detallar su impacto en cuestiones sensibles como el empleo, la competencia o la estabilidad del sistema.
Cuerpo también detalló que, tras la decisión del Consejo de Ministros, mantuvo contactos con los presidentes de ambas entidades implicadas, así como con el presidente de la CNMV para coordinar posibles impactos bursátiles y la máxima responsable de la CNMC. También se puso en contacto con Illa, quien se ha mostrado en varias ocasiones contrario a la operación como presidente de la Generalitat de Catalunya, y con quien mantuvo una reunión el presidente del Gobierno, Sánchez, en la Moncloa de la que Cuerpo ha asegurado desconocer su contenido. Fue el único líder autonómico con el que el ministro de Economía mantuvo una conversación telefónica.