«Los datos muestran una realidad compleja donde la opción más económica mensualmente, que es la hipoteca, se ha convertido paradójicamente en la menos accesible para las nuevas generaciones», explica Font, portavoz y director de Estudios de pisos.com.
Las diferencias generacionales en el gasto destinado a la vivienda son especialmente marcadas entre los extremos etarios. Los Boomers destacan por ser los que mayor capacidad de gasto tienen en el pago de la hipoteca, con uno de cada diez encuestados destinando más de 1.000 euros mensuales a esta partida. Esta cifra disminuye progresivamente en las generaciones más jóvenes hasta desaparecer completamente entre la Generación Z. «Esta diferencia refleja no solo una mayor capacidad adquisitiva de los mayores, sino también el hecho de que muchos de ellos adquirieron propiedades de mayor valor cuando los precios eran más accesibles», explica Font.
En el extremo opuesto, las generaciones más jóvenes muestran patrones de gasto más contenidos en sus hipotecas. El 35% de la Generación Z y el 39% de los Millennials destinan entre 300 y 499 euros mensuales, mientras que la Generación X concentra su gasto mayoritario en la franja de 500 a 699 euros, con un 35% de representación.
Más de la mitad de la Generación Z (51%) paga hasta 500 euros mensuales por su alquiler, una cifra que contrasta significativamente con la Generación X, donde solo el 29% se mantiene en esta franja de precio. Esta diferencia evidencia las limitaciones presupuestarias de los más jóvenes, que se ven obligados a buscar opciones más económicas o compartir vivienda. «Aunque los jóvenes pagan importes de alquiler aparentemente más bajos, hay que tener en cuenta que sus ingresos también son menores, por lo que el peso relativo de este gasto en su economía familiar es considerablemente mayor», matiza Font. Las diferencias se acentúan en las franjas de mayor gasto, donde las generaciones mayores demuestran mayor capacidad económica. Alrededor del 30% de las generaciones más mayores pagan entre 700 y 899 euros de alquiler mensual, mientras que solo el 18% de la Generación Z y el 16% de los Millennials alcanzan esta cifra. Esta brecha pone de manifiesto la paradoja de la situación a día de hoy: la opción más económica a largo plazo se ha vuelto inaccesible para quienes más la necesitan.
Los datos del informe revelan una situación contradictoria en el mercado inmobiliario español: mientras la hipoteca resulta más económica mensualmente, las barreras de acceso empujan a los jóvenes hacia el alquiler. Esta realidad se intensifica cuando se analiza que la mitad de los hipotecados españoles pagan hasta 500 euros mensuales, frente al 40% de inquilinos que se mantiene en esa franja. «Estamos ante una situación en la que la opción más económica a largo plazo, que es la compra, se ha vuelto inaccesible para una gran parte de la población joven debido a los requisitos de entrada», explica el director de Estudios de pisos.com.
“El panorama se complica aún más al considerar que las generaciones más jóvenes, que más necesitan acceder a la vivienda, son las que enfrentan mayores limitaciones económicas”, añade. Este escenario refuerza la necesidad de políticas públicas que faciliten el acceso a la primera vivienda y evidencia los desafíos estructurales que enfrenta el mercado inmobiliario español. La brecha generacional no solo se manifiesta en los importes destinados a vivienda, sino en las oportunidades de acceso que cada generación ha tenido y tiene en el mercado actual.