Esta positiva evolución estuvo impulsada por el aumento de la demanda ante el crecimiento de la actividad en la prestación de servicios urbanos y la necesidad de renovación de equipos con mayor eficiencia energética y tecnológica.
Las ventas en España crecieron un 6%, situándose en 705 millones de euros, mientras que el negocio generado en los mercados internacionales mostró un mayor dinamismo, al aumentar cerca de un 15%, alcanzando los 270 millones de euros y representando ya el 28% del total sectorial.
Por segmentos, los equipos fijos de recogida de residuos sólidos urbanos lideraron el mercado nacional, con una participación del 33% sobre el total, seguidos por los vehículos de recogida y transporte de residuos, con el 30%. A continuación, los equipos de clasificación, tratamiento y eliminación de residuos representaron el 17% del valor de las ventas, mientras que los vehículos y equipos de limpieza viaria y playas alcanzaron el 16%. El 4% restante correspondió a los equipos de jardinería destinados al mantenimiento de zonas verdes.
El sector está compuesto por unas 100 empresas, las cuales generan en conjunto un volumen de empleo de unos 4.500 trabajadores. La estructura de la oferta se caracteriza por una mayoría de pequeñas y medianas empresas, muchas de ellas con un ámbito de actuación regional o local. Junto a estas, opera un número más reducido de grandes compañías con una posición destacada en el mercado.
En los últimos años el sector ha registrado un progresivo aumento del grado de concentración, motivado en parte por operaciones de compra entre empresas. Los cinco primeros operadores en términos de facturación en el sector en España reunieron cerca del 40% del mercado a escala nacional, participación que superó el 50% al considerar a los diez primeros.