De este modo, mientras que en la OCDE la carga fiscal sobre los costes laborales se incrementó en 0,04 puntos porcentuales respecto a 2021, en España se observó un descenso de 0,01 puntos porcentuales respecto del año precedente. Así, España se situó en el decimoquinto puesto de los países con mayor ‘cuña fiscal’ de la OCDE, en un ranking encabezado por Bélgica, donde a los trabajadores solteros y sin hijos se les retiene el 53% de su salario. De hecho, los belgas son los únicos que deben transferir a la Administración y la Seguridad Social una suma mayor de su salario bruto de la que ellos reciben en neto.
Por detrás de Bélgica, los países con mayor diferencia entre salario bruto y neto son Alemania, donde se retiene el 47,8%, Francia (47%), Austria (46,8%) e Italia (45,9%). Por contra, los países de la OCDE con cuñas fiscales más bajas en 2022 eran Colombia (0%), Chile (7%), Nueva Zelanda (20,1%) y México (20,4%).
En su análisis, la OCDE destacó que la cuña fiscal aumentó en 23 de los 38 países miembros entre 2021 y 2022, disminuyó en 11 y se mantuvo igual en cuatro, señalando que el único país donde el aumento superó el punto porcentual fue Estados Unidos, con un alza de 2,20 puntos porcentuales, por el final de los beneficios por Covid-19.
En casi todos los países donde aumentó la cuña fiscal para el trabajador soltero, dicho aumento fue impulsado por el alza del impuesto sobre la renta personal, que pudo deberse a salarios promedio más altos en algunos países, que interactúan con sistemas progresivos de impuestos sobre la renta, mientras que en otros fue impulsado por una mayor proporción de ganancias sujetas a impuestos a medida que el valor de las desgravaciones fiscales y los créditos fiscales cayeron en relación con el salario promedio.
En el caso de una pareja de trabajadores con dos hijos la cuña fiscal promedio de la OCDE aumentó en 0,45 puntos porcentuales entre 2021 y 2022, hasta el 29,4%. Para este tipo de hogar, la cuña fiscal aumentó en 24 países, disminuyó en 13 y permaneció igual en uno. España, bajo este supuesto, registró en 2022 una cuña del 36,6%, la octava más elevada entre los países de la OCDE. «Con la inflación alcanzando su nivel más alto en más de 30 años en 2022, el nuevo análisis de la OCDE muestra que las tasas impositivas efectivas aumentaron en la mayoría de los países de la OCDE en una variedad de niveles de ingresos y tipos de hogares, con un aumento significativo para las familias con niños, particularmente en los niveles de ingreso más bajos», advirtió la organización.
Por contra, destacó que los salarios reales disminuyeron en la comparativa interanual en 31 de los 32 países de la OCDE para los que se disponía de estos datos para el tercer trimestre de 2022, con una caída anual promedio del 3,3% desde el mismo período en 2021.
España, mayor peso de las cotizaciones sociales de empresas
La cuña fiscal del 39,5% soportada en el salario bruto de los trabajadores españoles solteros y sin hijos en 2022 refleja un peso del IRPF del 11,6% sobre el salario bruto, frente al 13% de la media de la OCDE, lo que situó a España en decimoquinta posición entre los 38 países analizados. Por su parte, las cotizaciones sociales pagadas por las empresas supusieron el 23% y las abonadas por los trabajadores, un 4,9%, cuando el promedio de los miembros del ‘think tank’ de los países desarrollados se situó en el 13,4% y el 8,2%, respectivamente.
De esta manera, España fue el sexto país con mayor peso de la contribución de las empresas, sólo por detrás del 26,7% de Francia; el 25,3% de Estonia y Chequia; el 24% de Italia y el 23,9% de Suecia.
Por otro lado, los datos de la OCDE señalan que el coste laboral medio se situó en 60.522 dólares (54.743 euros), siendo Suiza el país con el dato más alto, ya que ascendió a 100.655 dólares (91.044 euros), mientras que el más bajo correspondía a Colombia, con 14.644 dólares (13.246 euros). España, con 61.078 dólares (55.246 euros) se situó en el puesto 21 de los 38 países.
Asimismo, el salario bruto promedio de la OCDE alcanzó los 52.195 dólares (47.211 euros). Suiza registró el más elevado, con 94.601 dólares (85.568 euros) y Colombia el menor, con 14.644 dólares (13.246 euros). España, con 47.019 dólares (42.529 euros) ocupó el puesto 22 con una salario bruto promedio casi un 10% inferior a la media de la OCDE.