Pero esas cifras han sido barridas por la subida de tipos de interés con las que el Banco Central Europeo (BCE) ha tenido que responder a la galopante inflación que ha vivido Europa en los últimos dos años.
Cuando la Unión emitió sus primeros bonos comunes a diez años para financiar el Fondo de Recuperación, en junio de 2021, los colocó al 0,09%. En la última emisión, en noviembre de 2022, según datos publicados en febrero por la propia Comisión Europea, los colocó a 2,85%, muy por encima del techo de lo que esperaba originalmente. Y los analistas no esperan que los costes de financiación se reduzcan mucho en los próximos años, lo que está poniendo en apuros a un marco financiero plurianual (MFP) que corre del año 2021 al 2027, y que alcanza cerca de los 2 billones de euros contando con el propio Fondo de Recuperación, aunque esto representa poco más del 1% del PIB de la Unión Europea en el periodo. Además, el presupuesto europeo se ha tenido que volcar en la crisis de Ucrania.
Originalmente, la Comisión calculó que el coste general del servicio de la deuda del MFP rondaría los 15.000 millones de euros en 2027, pero ahora el escenario base del think tank económico Bruegel, una institución de referencia en Bruselas, apunta a que el coste podría llegar a ser el doble, hasta cerca de los 30.000 millones de euros. «Como resultado, el coste de los intereses representará una parte importante del presupuesto de la Unión Europea, alrededor del 5,3% del presupuesto anual de 2027 y el 2,5% de todo el MFP entre 2021 y 2027», apunta el think tank en un documento publicado el pasado 31 de mayo.