Esta evolución consolida una tendencia positiva iniciada en 2023, tras un periodo de estancamiento provocado por la pandemia y la crisis de suministros, y sitúa al empleo en el sector en su nivel más alto desde que se tienen registros. Desde 2013, año en el que el empleo tocó fondo con poco más de 131.000 trabajadores, el crecimiento acumulado ha sido superior al 25%, reflejando la recuperación progresiva y la creciente profesionalización del canal oficial.
En paralelo, el número de concesionarios se ha incrementado un 6,8% interanual, pasando de 2.006 a 2.143 puntos de venta, a los que hay que sumar un total de 5.358 instalaciones operativas en todo el país. Esta cifra revierte parcialmente el proceso de concentración vivido en la última década, en la que el número de concesionarios se había ido reduciendo paulatinamente desde los más de 2.200 registrados en 2015. El repunte observado en 2024 está directamente vinculado a la implantación comercial de nuevas marcas —especialmente de origen asiático— que han apostado por una distribución «tradicional» basada en concesionarios, generando empleo y capilaridad territorial.
La expansión de las redes de distribución y la transformación del modelo de negocio son los dos motores del crecimiento laboral en el sector. Por un lado, la llegada de nuevas marcas ha exigido el despliegue de estructuras propias de venta, logística, formación y posventa, especialmente en regiones donde antes no estaban presentes. Por otro lado, el concesionario está dejando de ser un punto de venta tradicional para convertirse en un espacio más complejo, digitalizado y orientado al cliente, lo que ha disparado la necesidad de incorporar perfiles especializados.
La transformación tecnológica del sector está impulsando la demanda de nuevos perfiles profesionales, especialmente en áreas como electromecánica, atención omnicanal y movilidad eléctrica. Los concesionarios buscan incorporar talento joven, también femenino, con competencias digitales que refuercen su competitividad. Esta necesidad se concentra en la posventa, un área clave para la rentabilidad del negocio, donde persisten dificultades para cubrir puestos técnicos intermedios.
El perfil del empleo generado por los concesionarios se mantiene en estándares de alta calidad. El 97% de los contratos vigentes son indefinidos, muy por encima de la media del conjunto de la economía, y el 90% de los empleados cuenta con formación especializada, lo que demuestra la profesionalización creciente del canal.
Pese a la evolución positiva de las cifras de empleo, el relevo generacional se perfila como uno de los grandes retos a corto y medio plazo. La edad media de los profesionales del sector sigue aumentando y las nuevas incorporaciones no están cubriendo el ritmo de rotación esperada. Las mayores dificultades se concentran en el área técnica, donde la falta de jóvenes cualificados en mecánica avanzada, diagnosis o software embarcado empieza a generar cuellos de botella.
El crecimiento del empleo y de la red de concesionarios se ha producido en un contexto de aumento sostenido de la facturación global del sector durante la última década. Desde 2013, cuando la actividad del canal oficial se situaba por debajo de los 35.000 millones de euros, la cifra de negocio ha experimentado un incremento acumulado del 38%, superando por primera vez los 48.000 millones en 2024. En concreto, el pasado ejercicio cerró con una facturación de 48.406 millones de euros, lo que representa una subida interanual del 5,8%. Esta evolución obedece tanto al repunte de las matriculaciones de vehículos nuevos y de ocasión como al mayor dinamismo del área de posventa, que sigue consolidándose como fuente recurrente de ingresos y elemento clave en la rentabilidad de los concesionarios.