Adif Alta Velocidad licitará en los próximos meses los contratos para la construcción de los siete tramos en que ha dividido el trazado de 96,6 kilómetros que conectará Burgos con Vitoria con una inversión que se estima por encima de los 2.000 millones de euros. La entidad pública ya ha dado luz al concurso de un primer proyecto, el de la conexión entre Pancorbo y Ameyugo. Ante este programa de actuaciones por parte del gestor ferroviario, grandes y medianas constructoras ya han conformado los consorcios con los que prevén concurrir a los distintos concursos. En concreto, de acuerdo con fuentes del sector, se han constituido al menos nueve UTEs (uniones temporales de empresas) con el objetivo de participar en el ambicioso programa de inversiones de Adif para la Línea de Alta Velocidad (LAV) Burgos-Vitoria, que serán cofinanciadas por el Mecanismo «Conectar Europa» de la Unión Europea (CEF).
Como muestra de la relevancia presupuestaria de esta iniciativa basta referir que el importe total de las licitaciones de Adif y Adif AV en 2024 ascendió a 3.237,5 millones de euros, un 17,9% menos que los 3.943 millones de 2023. En 2024, las empresas públicas, presidida por Pedro Marco de la Peña, exviceconsejero de Transporte del País Vasco, adjudicó obras por 3.274 millones.
ACS, ha repartido sus opciones en dos alianzas a través de sendas filiales. Así, Dragados ha unido fuerzas con Acciona y Vías ha hecho lo propio con Sacyr y la vasca Amenabar. Enfrente tendrán a un consorcio creado por dos de las principales constructoras españolas, Ferrovial y FCC. También han forjado UTEs OHLA, la andaluza Sando, la catalana Rubau y la vasca Tunelan; las gallegas Grupo Sanjose y Puentes con la valenciana Rover y la vasca Geotunel; las madrileñas Lantania, Aldesa y Adiante, la catalana Copcisa y la navarra Mariezcurrena; la catalana Comsa, las bilbaínas Nortunel y Cycasa y la vallisoletana Hergonsa; la andaluza Azvi, la gallega Copasa y la vasca Lurpelan; y la catalana Copisa, la madrileña Obras Subterráneas (Ossa), la alicantina CHM, la extremeña Gévora y la valenciana Vilor.
De acuerdo con las fuentes consultadas, el gestor ferroviario estima que los siete contratos tendrán un presupuesto que oscilará, según el tramo, entre los 200 y los 400 millones de euros (sin incluir IVA), de manera que el importe conjunto superará los 2.000 millones de euros. Se trata de una cantidad sustancialmente superior a los casi 1.500 millones de euros que se estimaron hace tres años, cuando el plan discurría por dividir el trazado en cinco tramos. El objetivo del Ministerio de Transportes es que los siete contratos estén licitados en 2026. Hasta la fecha, Adif AV ha licitado un primer contrato para la construcción del enlace entre Pancorbo y Ameyugo, de 8,4 kilómetros. El importe asciende a 439,2 millones de euros (con IVA). El contrato comprende la construcción de la plataforma sobre la que se tenderá la línea, de vía doble y ancho estándar, en este tramo intermedio de su trazado a su paso por la provincia de Burgos. La actuación constituye un nuevo desafío técnico y de ingeniería, dado que el 77% de los 8,4 kilómetros del tramo discurren en una sucesión de tres túneles y tres viaductos. La nueva línea tendrá que sortear infraestructuras con las que se cruza, como la autopista A-1, hasta en dos ocasiones. Asimismo, Adif ya ha presupuestado el tramo Ameyugo-Manzanos, por un importe de 386 millones de euros sin IVA (467 millones con IVA).
La línea de alta velocidad Burgos-Vitoria supondrá el despliegue de una nueva línea de vía doble de ancho estándar y un baipás en vía única en Miranda de Ebro, que posibilitará tanto la parada de trenes en esta localidad como la circulación sin parada por el exterior del municipio. La infraestructura permitirá conectar la red de alta velocidad con el País Vasco y, en última instancia, con la frontera francesa. La iniciativa complementará los trabajos que ya se están realizando en la región para desarrollar la denominada Y vasca, que prevé enlazar Vitoria, San Sebastián y Bilbao (y en una segunda etapa con Pamplona).
El desarrollo de la línea Burgos Vitoria supone la mayor inversión en ciernes de un proyecto de alta velocidad en España en la actualidad. Adif también tiene en marcha otras iniciativas destacadas como la Alar del Rey-Reinosa, con 800 millones para tres tramos, o la Sevilla-Hueva, con 1.600 millones para cinco tramos. El gestor saca así al mercado contratos de tamaños relevantes. Una situación que denuncian desde la patronal de las constructoras no cotizadas, Anci, cuya presidenta, Concha Santos, llamó este miércoles al ministro de Transportes, Óscar Puente (durante la entrega el Premio ANCI a Tesis Doctorales 2024) a proteger a toda la industria impulsando licitaciones que, por su cuantía, no supongan barreras de entrada y favorezcan la concurrencia.