La factoría, que estará en las instalaciones de Stellantis en Zaragoza, fabricará baterías de la tecnología litio-hierro-fosfato (LPF), según han precisado ambas firmas a través de un comunicado y tal y como adelantó Heraldo.
La instalación se diseñará para ser completamente neutra en carbono y comenzará su producción a finales del año 2026, con una capacidad proyectada de hasta 50 GWh. El proyecto, que afrontan ambas empresas al 50%, representa un paso significativo en la estrategia de Stellantis para ofrecer vehículos eléctricos más accesibles, en línea con su plan estratégico ‘Dare Forward 2030’. Por su parte, la empresa china CATL busca fortalecer su presencia en Europa y avanzar en sus compromisos climáticos globales.
El pacto incluye fases de desarrollo que se adaptarán a la evolución del mercado eléctrico europeo y a la colaboración continua de las autoridades españolas y de la Unión Europea. La planta permitirá a Stellantis aumentar su oferta de vehículos eléctricos en los segmentos B y C, enfocados a opciones duraderas, asequibles y de alta calidad. Se espera que la transacción se cierre en 2025, sujeta a las condiciones regulatorias habituales. Este esfuerzo conjunto no solo apoyará la producción de vehículos eléctricos en Europa, sino que también contribuirá a una movilidad más sostenible y accesible para todos, sostienen sus promotores.