El banco presidido por Carlos Torres ha actualizado los riesgos vinculados a la operación a través de un suplemento al folleto universal de sus emisiones, donde admite por escrito que podría retirar la oferta después de que los accionistas de Banco Sabadell hayan aprobado vender la filial británica TSB al Santander y repartir un megadividendo de 2.500 millones de euros con el capital extra que generará la transacción.
El consejero delegado de la entidad, Onur Genç, ya advirtió de que estaban todos los escenarios abiertos coincidiendo con la presentación de resultados de la entidad el pasado 31 de julio. «No hay garantías de nada», apuntó el banquero sobre tal eventualidad. La ley permite al oferente retractarse de la opa cuando se dan circunstancias que cambian el proyecto inicial como ocurrió con los remedies impuestos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y con la resolución del Gobierno que, en la práctica, veta la fusión de ambos bancos durante un plazo de tres años, ampliables a cinco.
Ahora el banco lo deja también por escrito en el documento suplemento agregado al folleto universal, donde las empresas emisoras listan todos los riesgos asociados a su actividad y operaciones, sobre todo por los imponderables y los factores externos en los que se desenvuelve su actividad.
«BBVA está revisando las sinergias de costes operativos y de financiación que se podrían materializar durante los primeros tres años (o eventualmente, cinco primeros años) como consecuencia de la toma de control de Banco Sabadell y aquellas que se podrían materializar una vez que la condición del Consejo de Ministros deje de estar en vigor y se pueda llevar a cabo la fusión (en principio, transcurrido el tercer año desde la aprobación de la condición del Consejo de Ministros o, eventualmente, el quinto año)», indica el folleto de emisión.
«En el caso de que la oferta se liquidase, BBVA no puede asegurar que se alcancen algunos o todos los beneficios esperados con la operación, incluidos la reducción de costes y las sinergias de financiación», añade la entidad. Y continúa: «BBVA considera que la toma de control de Banco Sabadell y su integración en el Grupo BBVA crea valor para los accionistas de ambas entidades, a pesar de que la condición del Consejo de Ministros retrasaría la implementación de las sinergias derivadas de la fusión».
Ayer, Sabadell logró el respaldo de sus accionistas para vender su filial británica TSB y el reparto posterior de un dividendo de 2.500 millones de euros. De esta manera la entidad opada se defiende y presiona al vasco a mejorar su oferta. Si no asume el megadivendo en la operación, lo cobrarán los accionistas que no acudan al canje.