En el marco de un desayuno empresarial sobre las perspectivas económicas celebrado este miércoles en Albacete, la gobernadora en funciones, Margarita Delgado, ha precisado que este avance supondría un crecimiento interanual del 2,5%.
Los indicadores económicos disponibles constatan que el buen tono de la actividad se mantiene. Delgado recuerda que la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE) ya había avanzado que las empresas prevén un incremento de su facturación en el actual trimestre. Esta mejora de expectativas se produce en un contexto en el que la actividad turística registra cifras récord, tanto en llegada de viajeros internacionales como en gasto, a las puertas de la temporada alta estival. Y en que el empuje del sector servicios tiene también reflejo en su inflación, que se mantiene estancada en niveles elevados.
Así y si bien el consumo privado seguía manteniendo cierta atonía a comienzos del ejercicio, la inversión ha respondido mejor de lo que se esperaba y la creación de empleo se ha mantenido a un ritmo similar, destacando el comportamiento de la ocupación en las empresas de mayor tamaño, que son «más eficientes», ha recordado Delgado.
En su horizonte de proyección hasta 2026 la entidad prevé que la demanda interna (consumo e inversión) ejerza como principal soporte de la actividad y que el consumo privado empiece a tomar fuerza por crecimiento de las rentas reales, del empleo y de los salarios reales. Delgado recuerda que la inversión todavía no ha recuperado los niveles previos a la pandemia pese a la llegada de los fondos europeos Next Generation.
«Cabría esperar que con la mejoría del primer trimestre el efecto tractor la reactivase en próximos trimestres», ha precisado, si bien apuesta por esperar a ver cómo se comportan los datos y el impacto que finalmente tiene el programa NGEU. Desde su punto de vista la razón fundamental de que no se estén tomando decisiones de inversión a medio y largo plazo, lo que se aprecia más en el caso de los bienes de equipo (los que se emplean para producir otros bienes) y en las empresas más jóvenes y pequeñas, es la incertidumbre.
Delgado ha reconocido que los datos de inflación, que escaló al 3,6% en mayo, han sorprendido a la entidad, y responden en buen medida al mayor repunte del petróleo y a la resistencia de la inflación servicios, que se ha estancado en los últimos años entre el 4 y el 5%. Recordaba, además, el efecto composición, con mucho peso de los alimentos y del sector servicios en la cesta de la compra, y su impacto en la economía nacional.
La responsable en funciones del BdE ha hecho hincapié en que, si bien la economía española ha despuntado en términos de crecimiento entre las grandes economías del euro, la brecha entre España y la Eurozona en términos de PIB o riqueza per cápita ha ido creciendo de manera sostenida. «Existe más población, que genera más PIB, pero en términos per cápita no se han recuperado los niveles prepandemia», ha puntualizado. Esto último se observa también en el consumo.
Ante la necesidad de ceñirse a los compromisos que fijan las nuevas reglas fiscales en términos de reducción del déficit y de la deuda, Delgado ha puesto el foco en que España registra un déficit estructural en el entorno del 4%, por lo que va a necesitar hacer un ajuste de medio punto porcentual de aquí a los próximos siete años para cumplir con las exigencias de la Comisión Europea