Y si bien confía en que la banca tiene capacidad para absorber este impacto, es probable que algunos bancos noten más los efectos de pasar el colchón de capital de 0 al 1% a finales de 2026. En concreto, los analistas señalan a Banco Sabadell y CaixaBank como las entidades en las que mayor repercusión pueda tener. «La introducción de un colchón para exposiciones nacionales en octubre de 2026 afectará en mayor medida a los bancos con un mayor componente de exposición crediticia en España», señala la analista de Instituciones Financieras de Scope ‘ratings’.
Tanto CaixaBank como Sabadell cuentan con presencia internacional, pero el peso de la misma es reducido en el conjunto del negocio. Mientras el primero opera en Portugal, el segundo cuenta con actividad en Reino Unido a través de su filial británica, TSB. En la misma posición se encuentra Bankinter, al tiempo que Unicaja opera exclusivamente en territorio nacional, en contraste con BBVA y Banco Santander, más dependiente de la actividad en el exterior. Pese a ello, el mercado confía en que gestionen «bien» la mayor exigencia, argumento que se apoya en los beneficios récord que vienen registrando.
Pese a que repercutirá en un menor margen, los analistas consideran que sus efectos son «manejables». Además, el hecho de que su aplicación se materialice a partir de 2025 no alterará los objetivos de la ratio CET1 o los planes de reparto de dividendo. Jefferies calcula que un 0,5% inicial de colchón repercutirá en 50 puntos básicos en Unicaja, reduciéndose a 42 en Bankinter, a 38 en CaixaBank y 32 en Sabadell. De su lado, en BBVA y Santander se reduce al 0,16% y al 012%, cifras a las que se deben sumar los requerimientos de capital estipulados por el Banco Central Europeo (BCE).
Desde el BdE estiman que su impacto en el PIB será «muy reducido» y exponen tres argumentos. Uno es que la banca dispondrá de casi dos años para cumplir los requerimientos; otro es que disponen de niveles de capital por encima de los requisitos actuales que podrán ser empleados para adaptarse al nuevo escenario y, por último, apelan a la rentabilidad. En concreto, en el informe señalan que la situación «podría facilitar que las entidades aumenten sus niveles de solvencia reteniendo parte de sus beneficios».
«En caso de producirse un episodio de crisis en el futuro, la liberación del colchón tendría un impacto positivo muy relevante, mejorando la evolución del PIB. (…). La liberación aumenta la diferencia entre el nivel de capital de los bancos y el exigido. Como resultado, las entidades estarán más dispuestas a proporcionar crédito a la economía al ser menos probable incumplir los requerimientos de capital y con ello se amortigua la caída de la actividad en periodos de recesión», destacan. El coste agregado para las entidades de ese 1% ascenderá a 7.500 millones.
De este montante, unos 475 millones deberían ser asumidos por Banco Sabadell y alrededor de 1.200 por BBVA. Esto supone que de salir adelante la opa hostil del segundo sobre el primero sumarían 1.700, alrededor del 22%. El supervisor incide en que el coste de su puesta en marcha en fases como la actual de «riesgo cíclico estándar» es reducido tanto en términos de disminución de crédito como de menor actividad económica. La herramienta del colchón de capital anticíclico fue diseñada para tres escenarios diferentes: uno de bajo riesgo, en el que se mantendría en el 0%; estándar (la situación actual), donde debe aumentar al 1% y riesgo alto, cuando se establecería por encima del 1%.