Para tomar esta decisión, el supervisor ha tenido en cuenta la lista de bancos de importancia sistémica global (G-SIB, por sus siglas inglés) publicada recientemente por el Consejo de Estabilidad Financiera. El banco presidido por Ana Botín ha obtenido una calificación de 203 puntos básicos en la metodología del Comité de Basilea, que se utiliza para identificar a las EISM, y seguirá, por tanto, sujeto a un requerimiento adicional de capital de nivel 1 ordinario (CET1, por sus siglas en inglés) equivalente al 1% de su exposición total al riesgo en base consolidada.

