El Comité de Política Monetaria ha votado por una mayoría de cinco a cuatro por reducir la tasa bancaria, pese a que reconocen que «los riesgos al alza en torno a las presiones inflacionarias a medio plazo han aumentado ligeramente». Concretamente, cinco miembros (Andrew Bailey, Sarah Breeden, Swati Dhingra, Dave Ramsden y Alan Taylor) votaron a favor de la bajada, mientras que cuatro miembros (Megan Greene, Clare Lombardelli, Catherine L. Mann y Huw Pill) votaron a favor de mantenerlos sin cambios. El organismo británico cree que sigue siendo apropiado adoptar un enfoque «gradual y cauteloso» para la retirada de la restricción monetaria.
«El grado de restricción de la política monetaria ha disminuido a medida que se ha reducido el tipo de interés bancario. El momento y el ritmo de las futuras reducciones dependerán de la medida en que las presiones desinflacionarias subyacentes sigan disminuyendo. La política monetaria no sigue una trayectoria preestablecida», señala el documento de la reunión. En él, el BoE reitera que sigue centrado en contener cualquier presión inflacionaria «persistente, existente o emergente» para que la inflación vuelva a su objetivo del 2% de forma sostenible a medio plazo.
Sus previsiones apuntan a que el Índice de Precios de Consumo (IPC) aumente ligeramente hasta alcanzar un máximo del 4% en septiembre. Después, esperan que vuelva a descender hacia el objetivo del 2%: «El retorno de la inflación hacia la meta se vería respaldado por una reducción gradual prevista de la inflación de los precios de los alimentos el próximo año». No obstante, aseguran que el Comité de Política Monetaria «se mantiene alerta ante el riesgo de que este aumento temporal de la inflación pueda ejercer una presión alcista adicional sobre el proceso de fijación de salarios y precios. En general, considera que los riesgos al alza en torno a las presiones inflacionarias a medio plazo han aumentado ligeramente desde mayo», dicen.
En cuanto al crecimiento económico, reconocen que persisten los riesgos a la baja, «tanto internos como geopolíticos», aunque la incertidumbre sobre la política comercial «ha disminuido ligeramente». El organismo estima que el Producto Interior Bruto (PIB) avance un 0,1% en el segundo trimestre de 2025, en línea con la proyección del informe de mayo, y se espera que repunte hasta el 0,3% en el tercer trimestre.