Y claro está, si la convocatoria de elecciones generales se hubiese producido en las fechas esperadas es probable que muchas CC AA hoy gobernadas por presidentes no socialistas hubiesen implantado ya esas reformas fiscales que la macabra administración fiscal capitaneada por Sánchez, Calviño y Montero tratan de negar a los españoles de a pies que sufrimos con resignación la mayor presión fiscal de los últimos años y una de las mas elevadas de nuestro entorno.
Aun así, los lideres populares se están dado mas prima de la que le gustaría a sus contrario socialista y hete aquí que la batalla fiscal entre las comunidades autónomas puede dar un gran susto a las propuestas socialistas a pocos días de celebrarse las elecciones generales. El bombazo llega desde Baleares y es claramente el ariete real del argumentario de Génova de implantar en nuestro país una política de rebajas tributarias al anunciar la presidente del Govern la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones de padres a hijos, abuelos a nietos y entre cónyuges, y la reducción del impuesto de transmisiones patrimoniales en la compra de primeras viviendas para jóvenes y personas con discapacidad.
Es decir las islas se unen a Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Murcia y Madrid, en cuanto a las ventajas para herederos del llamado Grupo II y choca con otras propuestas como la de Sumar, que propone la unificación de este tributo.
“Es urgente bajar impuestos a las familias”, ha subrayado la jefa del ejecutivo y líder del PP de las islas, Prohens facilitando así el discurso y las promesas fiscales de Feijoo en la recta final de una campaña enconada y dura en la que todo puede pasar, desde la victoria por mayoría a la derrota o el bloqueo.