De este modo, los ingresos conjuntos de las empresas del sector se situaron en 6.500 millones de euros, un 12,9% menos que en 2022.
Por tipo de operador, las agencias inmobiliarias obtuvieron unos ingresos de 6.080 millones de euros, los cuales se situaron un 12,3% por debajo de la cifra contabilizada en 2022. Por su parte, las empresas con un perfil de consultoría inmobiliaria contabilizaron unos ingresos conjuntos de 420 millones de euros, lo que supuso un 20,8% menos que en el ejercicio anterior.
La subida de los tipos de interés y la incertidumbre sobre la actividad económica penalizaron la actividad del mercado inmobiliario, que registró caídas en las operaciones de contratación de oficinas, espacios logísticos o comerciales, así como en el ámbito de la compraventa de viviendas.
El número de transacciones de viviendas libres se situó en unas 618.600 operaciones en 2023, reflejando una caída del 10,8% respecto al ejercicio anterior. En cuanto al valor de estas transacciones, se redujo un 11,6%, hasta los 111.790 millones de euros.
El número de empresas con actividades inmobiliarias por cuenta de terceros superó las 56.100 en enero de 2023, las cuales reunían en total algo más de 63.800 locales en esa misma fecha. La oferta del sector presenta una gran fragmentación, predominando las empresas de pequeño tamaño y de capital español, propiedad en la mayor parte de los casos de accionistas privados.
Las compañías con una mayor especialización en consultoría inmobiliaria se caracterizan por tener un tamaño medio superior a la media del sector, destacando en este ámbito la presencia de filiales de grupos extranjeros que coexisten con compañías de origen nacional.