En una entrevista con Onda Cero, De Guindos ha recordado que en su época de titular de la cartera económica llegó a un acuerdo en 2012 con el PSOE por el que el Gobierno designó a Luis María Linde como gobernador del Banco de España, mientras que el principal partido de la oposición nombró a Fernando Restoy como subgobernador. Ha defendido además que este tipo de acuerdos lo que hacen es «fortalecer el entramado institucional de cualquier país» y ponen de manifiesto el planteamiento europeo. En cualquier caso, ante la salida el próximo lunes de Hernández de Cos, que ha sido «un magnífico gobernador», Guindos ha señalado que la actual subgobernadora, Delgado, que asumirá el relevo, «es una persona respetada y conocida en el ámbito del BCE».
Por otra parte, el BCE, en su faceta de supervisor bancario, se aproxima a las operaciones entre entidades, como pudiera ser el caso de BBVA y Banco Sabadell, desde principios de solvencia, sin entrar en cuestiones de competencia, que corresponden a otras autoridades, según ha recordado De Guindos. «Nosotros haremos una valoración únicamente basada en principios de solvencia, en principios prudenciales, pero nosotros no entramos en el análisis de competencia. Eso es para otras autoridades», añadiendo que para las cuestiones de competencia están reguladores como la CNMC o incluso la Dirección General de Competencia de Bruselas, «pero no el BCE».
Asimismo, ha recordado que la competencia en un sector no obedece únicamente al número de jugadores presente, sino que también obedece a la fortaleza de los mismos, aunque ha subrayado que se trata de una cuestión que tendrá que definir la autoridad de competencia responsable, «que parece que va a ser la española».
Ha insistido en el papel que a la hora de analizar esta clase de operaciones desempeñan los órganos reguladores y luego los accionistas de las entidades, «que tienen bastante que decir», mientras que ha evitado opinar sobre si el Gobierno «debería pronunciarse o no pronunciarse». «Eso se lo tiene que preguntar usted al ministro de Economía», ha apuntado. El vicepresidente del BCE ha recordado que, si bien la institución siempre ha defendido las fusiones transfronterizas, esto no quiere decir que esté en contra de operaciones en el mercado nacional.
Por otra parte, el proceso de desinflación en curso en la zona euro continuará su curso hasta converger hacia la meta del 2% el próximo año, aunque se avecinan meses difíciles en los que la tasa incluso podría acelerarse. Sin embargo, Guindos confía en que «a partir de final de año» se moverá claramente hacia el objetivo de estabilidad de precios. «Los próximos meses no van a ser sencillos», ha advertido porque ha anticipado que la inflación en Europa, incluso puede acelerarse ligeramente, aunque ha subrayado que el BCE está convencido de que «a partir de final de año la inflación va a converger claramente hacia el objetivo de estabilidad de precios».
En este sentido, tras la decisión del Consejo de Gobierno de este jueves de reducir los tipos de interés en 25 puntos básicos, el exministro español de Economía ha destacado la confianza de la institución en que la inflación se está reduciendo «y va a continuar reduciéndose», por lo que para el próximo año se espera rondar el 2%.
En cualquier caso, el vicepresidente del BCE ha subrayado que el Consejo de Gobierno «no tiene ninguna senda predeterminada de evolución de tipos» y está abierto a los datos entrantes sin olvidar la elevada incertidumbre, incluyendo los riesgos geopolíticos, la fragmentación económica, la evolución de China o procesos electorales importantísimos en Europa y en Estados Unidos. a final de año. prófugo’
«El nivel de incertidumbre seguramente es el más elevado en estos momentos para la economía europea en muchas décadas», ha señalado De Guindos, para defender la postura del BCE de no asumir una hoja de ruta predeterminada en cuanto al número de bajadas y la cuantía de las mismas. «Vamos a ser dependientes de los datos», ha concluido.