«Presentamos los resultados de los nueve primeros meses con la satisfacción de confirmar que durante el último trimestre el grupo ha continuado manteniendo la positiva evolución registrada durante el resto del ejercicio. Aunque las tensiones geopolíticas aumentan, de momento asistimos a una contención de los costes energéticos y de alguna de las materias primas», explican desde Ebro Foods.
En este contexto, la compañía ha subrayado que las «extraordinarias» olas de calor que ha sufrido Europa este verano han afectado negativamente a las cosechas locales de arroz, aunque la cosecha de la variedad Japónica en California «es muy buena» y los precios «ya se han ajustado un 20%». «En Europa se reduce el diferencial de volúmenes que veíamos durante el primer semestre, que crecieron con fuerza en el primer semestre de 2022 influidos por el inicio de la guerra en Ucrania. En EEUU ya crecemos sobre el mismo periodo del 2022», detallan.
Por el contrario, distintos países, empezando por la India, han anunciado restricciones a las exportaciones de arroz basmati y Mumbai y su vecino Pakistán han implantado precios mínimos para este grano, lo cual ha provocado tensiones por el lado de los precios. Con todo, estas cuestiones «no han afectado negativamente a Ebro al disponer de inventarios abundantes de esta variedad». «Continuamos con las ampliaciones de capacidad en aquellos productos de mayor crecimiento. Actualmente estamos doblando la capacidad de Doys en Jerez. A su vez, Riviana terminará en 2024 las inversiones que le llevarán a duplicar su capacidad de vasitos y estará acabando la que será su primera planta de Doys. Un esfuerzo inversor en línea con el cumplimiento de nuestros objetivos estratégicos de avanzar en productos de alto valor añadido», agregan.
Por otro lado, en su negocio de pastas, Ebro Foods destaca que el precio del trigo duro en Europa ha bajado durante el periodo, pero la llegada de una cosecha de mala calidad en Italia y una cosecha canadiense de baja cantidad han vuelto a tensionar los precios. Con todo, la pasta fresca que había sufrido un descenso en 2022, durante este ejercicio crece con fuerza. Asimismo, se han podido recuperar referencias que el año pasado se tuvieron que discontinuar ante la escasez de materias primas (copos de patata) para su fabricación.
«Nuestra cuota de mercado alcanza ya el 46%. La entrada en funcionamiento de las nuevas líneas de producción de gnocchi en Francia y Canadá garantizan la sostenibilidad del crecimiento. Bertagni ha traspasado con éxito a precio la inflación de costes, amplía referencias y gana puntos en la distribución. Garofalo experimenta igualmente un sano crecimiento en EEUU y Canadá», apuntan. Sin embargo, las ventas en Italia y Francia se han resentido respecto al mismo periodo del año anterior por el efecto acopio derivado de la guerra en Ucrania y por la reducción de promociones con el objetivo de recuperar la rentabilidad.
Por el lado de la deuda, la compañía ha cerrado septiembre con una deuda neta de 588,2 millones de euros, 174,4 millones menos que a cierre del ejercicio 2022. Esta cifra, explican, recoge los pagos efectuados del dividendo anual. Además, el capital circulante disminuye en 130,9 millones sobre el cierre del ejercicio anterior por la reducción de inventarios y las inversiones en ‘capex’ ascienden a 102,5 millones, 26,9 millones más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
«Al acabar el ejercicio esperamos poder haber invertido aproximadamente 140 millones en este concepto. La venta de la fábrica de Woodlands, que adquirimos con la compra de los activos de Inharvest, reporta 10,6 millones», añaden desde Ebro Foods.
En consecuencia, la compañía ha indicado la contención de precios tanto en costes energéticos como en varias de las materias primas principales permiten prever que «no habrá que hacer nuevas subidas de precios». «La estimación para final de año es que tengamos un Ebitdade cierre de entre 372 y 378 millones de euros, todo un hito que supondría superar el Ebitda que teníamos antes de la venta de Panzani», concluyen.