El ataque de Israel contra Irán complica el ciclo de flexibilización entre los principales bancos centrales del mundo debido al repunte de los precios de petróleo, que podría pesar sobre las perspectivas de crecimiento mundial y mantener las presiones inflacionarias más altas durante más tiempo.
El ataque de Israel a las instalaciones nucleares y objetivos militares iraníes ha tenido un claro impacto en los precios mundiales de petróleo, que se llegaron a disparar más de un 10% durante la pasada noche. “El gran temor de los inversores es que una escalada de las tensiones no solo aumente el riesgo de un conflicto prolongado, sino que también podría interrumpir la producción de petróleo iraní”, opina Ryan, jefe de Estrategias de Mercados de Ebury. Prevé también que los activos refugio estarán bien respaldados en los próximos días, “ya que los mercados se preparan para nuevos ataques de represalia y la posibilidad de un conflicto más amplio”. El modo de aversión al riesgo ha beneficiado principalmente al dólar estadounidense, que ha recuperado en las últimas horas alrededor de la mitad de sus pérdidas de la semana, además de al yen y al franco suizo.