Según denuncian los productores, la grave sequía afrontada en la mayor parte de España durante fechas clave para el desarrollo de los cereales, pastos y otros cultivos, «junto con restricciones al riego en numerosas zonas, han provocado pérdidas millonarias en el campo».
La organización insiste en que «el Gobierno no ha sabido estar a la altura de la grave situación, ni desde el punto de vista estatal ni europeo», ya que a l encarecimiento de los costes de producción que soporta el campo desde principios de 2021, los ganaderos y agricultores suman la entrada en vigor de la nueva PAC, «con exigencias contrarias a la productividad y difíciles de alcanzar, la exigencia por parte de las administraciones de digitalizarnos sin tener en cuenta nuestra realidad y necesidades; y la maraña burocrática que, lejos de reducirse, se incrementa año a año».
Para afrontar los graves efectos de la sequía «y que los objetivos ambientales no socaven la capacidad productiva y la viabilidad de las explotaciones», Unión de Uniones ha reivindicado un manifiesto con el que reclama más ayudas y celeridad en la puesta en marcha de las mismas. Las propuestas de Unión de Uniones exigen al Gobierno actuaciones «que afronten de verdad la ruina que vive el campo» como flexibilizar la PAC para que no se pierdan ayudas, planificación hidrológica que permita aprovechar al máximo el agua y proteger el regadío o medidas para que el seguro agrario responda «de verdad a situaciones de emergencia». Asimismo, los agrarios solicitan retrasar la aplicación del cuaderno digital y compensar el sobrecoste que el mismo genera para las explotaciones, garantías para el suministro de agua al ganado a precios razonables y prevenir y compensar los daños a la agricultura y ganadería para la sobrepoblación de fauna silvestre.
La Marcha de la Sequía, que se iniciara el lunes, 3 de julio, ha movilizado a cientos de agricultores y ganaderos de distintas CC.AA como Andalucía, Cataluña, Castilla y León, Castilla – La Mancha, Comunidad Valenciana, Cantabria, Extremadura y Madrid para reivindicar propuestas que palíen de verdad el impacto de la sequía y la guerra en Ucrania, ya que las que hay, no se han ejecutado aún y sólo van a cubrir alrededor del 3% de las pérdidas del sector. “La Delegación del Gobierno no ha hecho más que ponernos trabas para evitar que estuviésemos aquí hoy, pero aquí estamos”, decía Luis Cortés, coordinador estatal de Unión de Uniones. “Y aquí volveremos a estar si la cosa no cambia. Nos da igual que entren en campaña, mejor, a ver si así logramos poner al sector en la agenda pública y política, pero de verdad, no de boquilla. Este ministro está amortizado, esto es un toque de atención para el próximo”, añadía.
Unión de Uniones estima para este año unas pérdidas de producción de cultivos de unos 4.805 millones de euros y un sobrecoste estimado de los piensos de alrededor de 7.987 millones comparado con la media de los últimos cinco años y añade a esto el sobrecoste de otros importantes factores de producción como la energía y combustibles y los fertilizantes, que supondrían en torno a 1.370 millones de euros.
La organización insiste en que el problema del campo es el problema de toda la sociedad y pide al Gobierno, al actual o al futuro, que tenga amplitud de miras y no abandone a su suerte a un sector tan estratégico y esencial como es el sector agrario.