El informe de inflación de septiembre mostró indicios de que la tendencia a la baja se está deteniendo en EEUU, lo que hizo que los tipos estadounidenses repuntaran, arrastrando con ellos al dólar frente a la mayoría de las divisas mundiales. La principal excepción fueron las monedas latinoamericanas, beneficiadas por la subida de los precios del petróleo. El zloty polaco se disparó el domingo por la noche tras conocerse que los partidos de la oposición preferidos por la Unión Europea han ganado las elecciones.
El calendario de publicaciones económicas y de política monetaria de los bancos centrales es bastante ligero esta semana. Los datos del mercado laboral (martes) y la inflación (miércoles) del Reino Unido, y la inflación de Japón (viernes) serán los principales focos de atención para las divisas del G10. Los discursos de los miembros de la Reserva Federal, el BCE y el Banco de Inglaterra también pueden aportar información muy necesaria sobre el pensamiento de los bancos centrales esta semana.
EUR
La principal noticia procedente de la eurozona la semana pasada fue otro pésimo informe sobre la producción industrial de agosto, que mostró una fuerte contracción. Esto contribuirá poco a disipar la narrativa de la estanflación europea, ya que la producción se estanca y la inflación retrocede a un ritmo lento.
A pesar del pesimismo, el euro resistió bien y terminó la semana prácticamente sin cambios frente al dólar. Esto parece validar nuestra opinión de que los niveles actuales ya descuentan un escenario muy negativo para la eurozona y que cualquier sorpresa positiva podría tener un efecto desproporcionado sobre la moneda común.
USD
El importante informe de inflación de septiembre hizo ruido, pero por lo general no dio mucho consuelo a la Reserva Federal. Varios indicadores de precios de servicios básicos se consolidaron, una inflación rígida que había mostrado signos tentativos de estar claramente en descenso.
A pesar de las turbulencias en Oriente Próximo y la consiguiente huida hacia la seguridad, que en general favorece al dólar estadounidense, los rendimientos retrocedieron. Este efecto positivo se vio compensado en cierta medida por la sensación generalizada entre los funcionarios de la Fed de que el reciente retroceso de los tipos a largo plazo había endurecido las condiciones financieras y hecho parte del trabajo por el banco central, reduciendo la necesidad de nuevas subidas.
GBP
Tras una semana en la que apenas hubo datos que movieran al mercado en el Reino Unido, esta semana conoceremos una gran cantidad de datos económicos y las opiniones del Banco de Inglaterra. Los datos del mercado laboral que se publican el martes prepararán el terreno para el crítico informe sobre la inflación que se conocerá el miércoles.
Las expectativas del mercado sobre la tasa terminal en el Reino Unido han retrocedido drásticamente al suponer que la tendencia desinflacionista está ahora firmemente asentada. Cualquier decepción en este sentido, especialmente en lo que se refiere a la inflación subyacente, podría dar lugar a una fuerte revalorización de las futuras medidas del Banco de Inglaterra e impulsar la libra.