En este sentido, solo el empleo destruido el pasado mes supera en 10.000 el número de plazas que contempla toda la oferta de empleo público para 2023 en la Administración General del Estado, lo que da muestras de la gravedad de esta situación. Además, ya van dos meses consecutivos de destrucción de empleo ya que en agosto se perdieron otros 11.121 puestos de trabajo en las administraciones públicas. Por todo ello, CSIF mantiene su preocupación por la sostenibilidad de las administraciones públicas a medio plazo y espera que se conforme un Gobierno que permita diseñar cuanto antes los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año y la oferta de empleo público.
Según el sindicato, la Administración General del Estado cuenta con una plantilla envejecida y tensionada en áreas y organismos fundamentales, lo que dificulta la prestación al ciudadano de unos servicios públicos de calidad. Las ofertas de empleo público de los últimos años, aunque han sido cuantiosas, deben complementarse con un plan de empleo a corto y medio plazo para garantizar la sostenibilidad del sistema
La Administración Pública Estatal ha perdido 64.400 trabajadores en 10 años, según el último registro del Boletín Estadístico de Personal (en julio de 2022 había 515.449 trabajadores/as, mientras que en julio de 2012 la plantilla era de 579.892). Esta situación es muy preocupante y está afectando al funcionamiento de servicios clave cuyas plantillas se encuentran muy envejecidas y tensionadas por la carga de trabajo. Así quedó de manifiesto durante la pandemia, cuyos efectos aún lastran nuestras administraciones, como comprueban a diario nuestros ciudadanos y los trabajadores públicos.