El metal precioso rebasó el umbral de los 3.000 dólares por onza por primera vez el pasado viernes y ha aumentado su subida anual a más del 14%. Con todo, este no ha sido más que otro hito en la escalada alcista del oro desde la investidura de Trump en enero.
Y es que el metal precioso ha marcado un nuevo máximo 14 veces desde entonces debido a que las tensiones comerciales han impulsado la demanda de activos refugio. El índice del dólar estadounidense se ha mantenido cerca de un mínimo de cinco meses, lo que hacía que el oro fuera más barato para los compradores en el extranjero.
Cabe recordar que Trump ha postergado la aplicación de aranceles recíprocos y sectoriales al próximo 2 de abril. Asimismo, hay otras tarifas, como la del 25% a las importaciones de acero y aluminio, que ya han entrado en vigor.