Así que quien sea presidente del Gobierno, tendrá que recortar el gasto. Los 12.000 millones de ajuste de este año y el que viene significan que deberá rebajarlo en torno a ocho décimas del PIB, de modo que el déficit español se situaría en el 3 % requerido por Bruselas.
De momento, se desconoce como actuaria un gobierno encabezado por Feijoo, pero de lo que no hay duda es de que Sánchez ha
aumentado notablemente el gasto: más de 70.000 millones desde el año 2018, cuando se aplicaron los últimos Presupuestos de Rajoy. Lo más complejo está en que, parte importante de ese gasto, es simple y llanamente estructural: la subida de las pensiones de acuerdo con el IPC, el relacionado con el aumento del empleo pública. A ello hay que añadir la presión que añadirán unas pensiones que cada vez serán más altas por la llegada a ella de personas que han tenido una carrera más larga, mas los compromisos políticos de toda condición que exigirán los independentistas para sostener a Sanchez en La Moncloa
El temor de algunos economistas es que, por lo que se ha visto hasta hoy, es que Sánchez y sus ministros, está acostumbrado a incumplir con el déficit incluso antes de que hubiera pandemia y con crecimiento económico. En 2019 incrementaba el déficit por primera vez desde el año 2016. Lo hacía en un 2,6 % según sus datos en un año en el que el PIB crecía un 2 %, y posteriormente Eurostat elevaba la desviación a un 2,8 %.
En este contexto, Calviño lo que si ha hecho es prometer a Bruselas que España volverá al 3 % de déficit y que la deuda sobre PIB en el año 2024, descenderá, pero la candidata a presidir el BEI no ha explicado cómo va a lograrlo, e incluso a lo mejor cuando haya que dar cuentas de las promesas, ya no esta, Vaya usted a saber.
Es posible que el equipo de Economía espere un extraordinario crecimiento de nuestra economía y no menos esplendida recaudación fiscal, pero por lo visto hasta hoy la realidad es que la economía se desacelera y todos esos sueños pueden ser eso, simplemente sueños imposibles de cumplir.
La tarea, por tanto, para cualquiera que gobierne será mas que complicada