En efecto, el último informe de ventas minoristas indica que el consumidor estadounidense sigue resistiendo, que las ganancias y los comentarios de Wal-Mart -considerada referente del consumo doméstico en EEUU- también fueron positivos, y que es probable que el crecimiento de los beneficios por acción del S&P 500 en el segundo trimestre alcance del 11%, sobre la base de un aumento de los ingresos del 5% cuando finalice la temporada de resultados empresariales. Sin embargo, y aunque el crecimiento agregado de los beneficios es sólido, “la calidad no es estelar”, ya que se espera que el sector Tech+ (el sector tecnológico del S&P 500 más Alphabet, Netflix, Meta, Amazon y otros valores que formaban parte del sector tecnológico antes de la reclasificación del S&P GICS de 2018 para crear el sector de servicios de comunicación) haya aumentado sus beneficios un 28,7% interanual en el pasado trimestre, frente al resto del S&P 500, que solo lo habría hecho en un 5,1%.
Tras una subida incesante, la volatilidad de las dos últimas semanas ha sido un saludable recordatorio de que los activos de riesgo son, de hecho, arriesgados. Las valoraciones de la renta variable estadounidense se habían disparado y ahora han vuelto a niveles similares [el S&P 500 cerró el viernes a poco más del 2% de su máximo histórico], lo que significa que los inversores podrían enfrentarse a futuras caídas si los datos económicos o los beneficios no cumplen las expectativas. Sin embargo, espero que la amplitud del mercado de renta variable estadounidense mejore a medida que el crecimiento de los beneficios se acelere para las empresas fuera del ámbito Tech+ y que el crecimiento turboalimentado de los valores de inteligencia artificial (IA) se ralentice desde unos niveles abrasadores a un ritmo más sostenible.
Otras referencias
Las cifras del IPC y del índice de precios de producción de EEUU refuerzan la convicción de que la Fed recortará los tipos en 25 puntos básicos en la reunión de septiembre. En los últimos tres meses, el IPC general se ha anualizado a una tasa de sólo el 0,4%, mientras que el subyacente también se ha situado en un discreto 1,6%, subraya. La inflación de la vivienda sorprendió al alza en julio, pero la discrepancia de este indicador con la ralentización que señalan las fuentes de datos privadas, como el Índice de Alquileres Observados de Zillow y los REIT de apartamentos que cotizan en bolsa, se reduzca en los próximos meses.
Por otra parte, el Índice de Sentimiento de la Universidad de Michigan subió a 67,8 desde 66,4, superando las estimaciones de una lectura de 66,9: el índice de la situación actual no alcanzó las previsiones, pero el de expectativas las superó.
Por otro lado, China presentó la semana pasada otra serie de datos económicos débiles. Las ventas minoristas superaron las expectativas, la mayoría de los demás indicadores volvieron a ser negativos debido a la actual crisis del sector inmobiliario residencial: la superficie vendida en julio cayó un 15,2% interanual frente al descenso del 14,7% de junio, pero el valor de las ventas cayó aún más, un 18,3% interanual frente al 14,1% de junio.
El equipo de economía china de Morgan Stanley informó de que el crecimiento de los salarios nominales en China ha descendido a sólo el 4,4% en el segundo trimestre desde la media del 6,2% entre 2020 y 2022 y un promedio pre-Covid de más del 8%, con un crecimiento de los salarios de entrada cayendo de alrededor del 10% en primer semestre de 2022 a en torno al 5% en julio de 2024. Sólo el 18% de los graduados de las cinco universidades más importantes de China encontraron trabajo en 2023, frente al 27%-30% de hace cinco a diez años, mientras que el 56,6% de los graduados están cursando estudios adicionales, frente al 39% de hace una década. Se podría argumentar que cursar estudios adicionales es bueno para el crecimiento a largo plazo, pero también podría ser señal de debilidad económica eincapacidad de los licenciados para conseguir empleo. En un país que aplicó durante décadas la política del hijo único, las escasas perspectivas de empleo para los adultos jóvenes no hacen sino aumentar la confianza negativa de los consumidores, que ha deprimido la demanda interna.
Los datos de PIB del segundo trimestre del año difundidos en tres de las mayores economías del mundo fueron positivos. El de la zona euro se ajustó ligeramente al alza en la segunda estimación: creció a un ritmo anualizado del 1,2%, frente al 1,0% de la primera estimación. El de Japón aumentó más de lo previsto (3,1% frente al 2,3% del consenso) impulsado por el primer crecimiento del consumo privado en un año. Y el de Reino Unido se incrementó un 0,6% intertrimestral, en línea con el consenso. En este último país, la tasa de desempleo bajó sorprendentemente del 4,4% de julio al 4,2%, el IPC fue mejor de lo esperado, y las ventas minoristas se mantuvieron en línea.
Dónde poner el foco esta semana
El miércoles se publicarán las actas de la reunión de la Fed de julio. Seguirán siendo importantes para calibrar la psicología del Comité sólo tres semanas antes débil informe sobre la situación del empleo y otro mes de inflación baja y estable. En particular, serán valiosos los comentarios en torno al nivel de confianza en el descenso de la inflación, así como cualquier debate sobre el riesgo de recesión o los indicios de desaceleración económica, remarca.
En los datos PMI de la zona euro, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos que se irán conociendo en los próximos días habrá que estar atentos a cualquier indicio de recuperación en el sector manufacturero, donde la debilidad ha prevalecido en la mayoría de las economías, y a cualquier traducción de la mejora de la confianza de los consumidores de la zona euro en mejores cifras de PMI de servicios.Se espera que la confianza de los consumidores de la zona euro suba ligeramente, hasta -12,8 desde -13.
Hay que tener en cuenta que la confianza de los consumidores de la zona euro nunca ha sido positiva en los más de 40 años que lleva publicándose este indicador. Sin embargo, una lectura superior a -17 suele corresponder a un crecimiento positivo de las ventas al por menor.