«Yo creo que si se votase hoy, el PP ganaría las elecciones claramente. Pero lo que es evidente es que no hay urnas ni interés por parte del Gobierno por consultar a los españoles, a pesar del caos que vivimos y de la corrupción generalizada» ha señalado.
El líder del PP ha aprovechado para atacar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del que asegura que su ADN político «va unido al fraude». Ha recordado que las primarias hasta sus partidarios «sospechan de que fuesen limpiadas», que la tesis doctoral es «de dudosa autoría» y que el programa electoral lo «incumple de forma constante».
Sobre la ley para abolir la prostitución que el PSOE va a presentar en el Congreso la ha calificado de «hipocresía» ya que «los planteamientos» del Gobierno «en materia de feminismo» son una «farsa», en una clara referencia a los audios que salieron a la luz en el marco de las investigaciones del caso Koldo, así como las denuncias contra Francisco Salazar.
Preguntado por posibles pactos en caso de que el PP no consiga mayoría absoluta, Feijóo ha reiterado que su «objetivo y lo mantengo es impulsar un gobierno en solitario del Partido Popular». Ha insistido en que a Vox no le van a hacer un cordón sanitario, sino que «mi cordón sanitario es con Bildu».
Por último, ha puesto deberes a su equipo. Les ha encargado preparar la abolición de las leyes elaboradas por el Gobierno de Sánchez, como la amnistía, la de memoria democrática, la ley de vivienda y la ley trans. De igual manera, ha dicho que van a recuperar el delito de sedición y que van a prohibir los indultos por corrupción.
Esa tarea forma parte del llamado plan de regeneración institucional y democrático que Feijóo quiere aprobar en los primeros 100 días de su Gobierno si gana las elecciones. Ese plan fue presentado en enero de 2023, pero el partido está inmerso en una labor de actualización, según han indicado a Europa Press fuentes del partido.
«La próxima legislatura no será una legislatura al uso. Será una legislatura en la que vamos a pretender recuperar la normalidad política y también a sanear la política», aseguró Feijóo esta semana en San Lorenzo de El Escorial (Madrid), donde apostó también por «volver a los valores de las políticas de Estado».
Preguntado por si asume alguna responsabilidad por la imputación del exministro de Hacienda del PP, Cristóbal Montoro, ha dicho que «las sospechas de corrupción tienen que tener el mismo tratamiento y, si cabe, cuando afectan a alguien que ha militado o milita en tu partido debes ser más exigente».
«No puede haber dos varas para la corrupción. Afecte a quien afecte», y ha señalado que no va «a perseguir a los jueces, ni a los seudomedios y que ha dicho ya que se investigue hasta el final».
«Ahora bien, yo soy un político que tiene trazabilidad; no empecé ayer. En 30 años en política no he nombrado, en mis puestos, a nadie que esté metido en un supuesto de corrupción. Es mi tarjeta de presentación. Que la gente juzgue», ha concluido.