Las defensas aéreas iraníes se han activado en la madrugada del viernes en respuesta a un ataque contra la base aérea de Isfahan, en el centro de Irán, según información de The New York Times, basada en testimonios de dos funcionarios israelíes y tres iraníes.
El ataque ha sido llevado a cabo por drones y los iraníes creen que los lanzaron desde el interior de Irán, ya que sus radares no habían detectado su incursión en el espacio aéreo iraní. Otro grupo de vehículos aéreos no tripulados ha sido derribado en la región de Tabriz. Hubo explosiones cerca de estas ciudades. Las instalaciones nucleares de Isfahán, donde se enriquece uranio, no han sido alcanzadas, según la Agencia Internacional de la Energía Atómica. No hubo daños, según responsables militares iraníes, que atribuyó las explosiones a la acción de la defensa aérea. Desde Irán se está ridiculizando la respuesta de Israel, en una batalla de narrativas paralela.
Los aviones civiles fueron desviados de sus rutas, según las webs de seguimiento de vuelos. Varios aeropuertos iraníes fueron cerrados. Pocas horas después la televisión estatal iraní emitió imágenes de Isfahán, donde la vida había vuelto a la normalidad. También se han restablecido los vuelos.
El jefe del Ejército iraní, el mayor general Abdolrahim Mousavi, dijo que Irán responderá a cualquier agresión de Israel, según publicó la agencia IRNA. Sin embargo, tras el ataque de Israel, un medio vinculado a la Guardia Revolucionaria, Mashregh News, quitaba importancia al acto de Israel.
Mientras, Estados Unidos vetaba en el Consejo de Seguridad de la ONU el ingreso de Palestina como miembro de pleno derecho en el organismo internacional en el marco de un proceso que llevaba paralizado desde 2011. Un total de 12 países han votado a favor –entre ellos Rusia–, mientras que uno ha votado en contra y otro se abstenido. De esta forma, Palestina seguirá siendo observador no miembro, estatus que tiene desde el año 2012.
La última vez que un estado ejerció su derecho a veto para la adhesión de nuevos miembros fue en 1976 cuando el entonces representante estadounidense ante la ONU William W. Scranton levantó la mano para rechazar la entrada de Vietnam en el organismo internacional durante el mandato del presidente Gerald Ford. Un año más tarde, Estados Unidos dio ‘luz verde’ a la recomendación.