«Lo que hemos visto en España es que el crecimiento ha sido bastante resistente en el primer trimestre, fue más fuerte de lo que ciertamente esperábamos, y por supuesto reevaluaremos las perspectivas teniendo en cuenta estos datos del primer trimestre cuando los actualicemos en julio», apuntó en una rueda de prensa la portavoz del FMI, Julie Kozack. En su último informe sobre las proyecciones macroeconómicas globales publicado en abril, el FMI pronosticó que la economía española crecerá el 1,5 % este año y el 2 % en 2024.
Pese a los pobres datos económicos si se comparan con el crecimiento del 5,2 % registrado el año pasado, las cifras están por encima de la media de la zona euro, que crecerá el 0,8 % este año y el 1,4 % el año que viene. Kozack puntualizó que el FMI concluirá la próxima semana la misión para revisar las cifras de crecimiento de la zona euro y no quiso hacer comentarios sobre los datos conocidos hoy que confirman una recesión técnica en la región.
Sobre las previsiones de crecimiento mundial, la portavoz del FMI informó que serán actualizadas a finales de julio y recordó que en abril la evaluación fue que la economía global se desaceleraría este año por el endurecimiento monetario. «Al mirar más allá de este año, nuestra evaluación a medio plazo fue de un crecimiento relativamente débil de alrededor del 3 % durante los próximos cinco años, que es nuestra previsión de crecimiento a medio plazo más débil desde 1990», afirmó hoy. Esta situación «requiere que se tomen medidas políticas», añadió Kozack, y que los bancos centrales continúen subiendo los tipos de interés para bajar la inflación. «Vemos la necesidad de una política fiscal para apoyar la lucha contra la inflación y proteger al mismo tiempo a los más vulnerables», afirmó.
A medio plazo, agregó, el FMI ve «oportunidades para que los países emprendan reformas transformadoras para impulsar el crecimiento a medio plazo y garantizar que no nos quedemos atrapados en un entorno de bajo crecimiento».