Esta ampliación elevaría la cartera conjunta hasta los 1.800 MW que estarían valorados en unos 1.800 millones de euros, de acuerdo con diversas fuentes financieras. Es decir, que este nuevo acuerdo valora la nueva en cartera en 500 millones de euros, de los cuales Norges aportaría la mitad, con lo que su inversión ascendería hasta los 850 millones de euros. La noticia no parece haber afectado demasiado a la cotización de Iberdrola. La compañía presidida por Ignacio Galán repunta ligeramente a estas horas. De los 1.265 MW cerrados a principios de año, 137 MW están operativos en Castilla-La Mancha y Aragón. El resto, se encuentra en desarrollo, distribuidos entre Andalucía (358 MW), Extremadura (343 MW), Aragón (175 MW), Castilla y León (102 MW), Madrid (55 MW), Murcia (50 MW) y Castilla La Marcha (45 MW). Según Iberdrola, esta cartera renovable tendrá capacidad para suministrar energía a más de 700.000 hogares cada año.
Asimismo, la compañía indicó en enero que “controlará y gestionará los activos, prestando servicios de operación y mantenimiento y otros servicios corporativos”.
El acuerdo de enero y esta ampliación son un importante paso en el plan estratégico hasta 2025 de Iberdrola. El objetivo de Iberdrola es aumentar un 44% su base de activos regulados, hasta 56.000 millones de euros. En el capítulo de Renovables, la inversión prevista es de 17.000 millones, con el 46% destinado al desarrollo de parques eólicos marinos. Además, la inversión total ascenderá a 47.000 millones de euros en el periodo, incluyendo 9.000 millones de euros para la compra de PMN en Estados Unidos.