La empresa ha realizado reconocimientos regulares orientados a detectar las posibles anomalías en instalaciones eléctricas de estas características. Estas inspecciones se centran en elementos como los aisladores, conductores, herrajes o apoyos que pueden haberse visto dañados por rayos, caída de arbolado u obras próximas, entre otras causas.
La compañía también ha llevado a cabo revisiones termográficas a lo largo de casi 15.000 kilómetros de líneas. Esta acción consiste en el reconocimiento de las infraestructuras eléctricas con helicópteros equipados con cámaras infrarrojas que miden la temperatura de las instalaciones. De este modo es posible detectar aquellos puntos que presentan temperaturas inadecuadas para corregirlos y evitar así interrupciones en el suministro.
Los trabajos para prevenir incidencias en la red de distribución se completan con la limpieza de los pasillos por donde discurren las líneas, con labores de tala, poda y desbroce de la vegetación con riesgo de hacer contacto con los tendidos a lo largo de unos 2.000 kilómetros de líneas.
i-DE ofrece a sus 11,4 millones de clientes en España un nivel de calidad de servicio un 20% mejor que la media del sector eléctrico español. En los últimos tres años, la compañía ha conseguido mejorar, gracias a sus inversiones, un 15% la calidad del suministro eléctrico que ofrece a sus clientes.
El índice que mide la continuidad de suministro – Tiempo de Interrupción Equivalente a la Potencia Instalada (TIEPI) – acumulado hasta finales del primer semestre se encuentra por debajo de 45 minutos. En 2022, la compañía alcanzó el mejor valor a cierre de año de la historia. Esta mejora se debe a las inversiones realizadas por i-DE en nuevas infraestructuras eléctricas y en el mantenimiento y renovación de las ya existentes, así como a su ambicioso plan de digitalización de sus redes eléctricas.
El plan estratégico de Iberdrola contempla una inversión a nivel global de 47.000 millones de euros en el periodo 2023-2025, de los que 27.000 millones de euros se destinarán a redes, para alcanzar una base de activos de 56.000 millones de euros en 2025.
La digitalización de las redes eléctricas en España es la clave para avanzar hacia un sistema más flexible y seguro que haga posible una mayor penetración de la generación renovable, más autoconsumo y la integración masiva del vehículo eléctrico. La digitalización permite además mejorar las tareas de mantenimiento y digitalizar los procesos de atención al cliente. En los últimos años, i-DE ha instalado más de 11 millones de contadores inteligentes y ha adaptado alrededor de 90.000 centros de transformación, incorporando automatizaciones de última generación, que son capaces de verificar y controlar la red en tiempo real.
De este modo, es posible gestionar con rapidez y de forma remota cualquier actuación relacionada con el punto de suministro y los servicios, mejorando la eficiencia y la calidad de suministro, al disminuir las incidencias y su duración. Con esta transformación de las redes hacia una infraestructura inteligente, la compañía avanza en su estrategia de transición energética y contribuye a la descarbonización de la economía.
Para dar respuesta a los retos de la transformación del sistema energético y seguir liderando la innovación en redes de distribución, Iberdrola ha puesto en marcha en España su Global Smart Grids Innovation Hub, un centro mundial de innovación de redes inteligentes que actuará como plataforma tractora de conocimiento, combinando su capacidad tecnológica con la de proveedores, colaboradores y start-ups de todo el mundo.