De este modo, la compañía, debido a los múltiples problemas con el 8×8, ha decidido romper con Sapa y Santa Bárbara, y acudirá a partir de ahora a las licitaciones en solitario.
En este sentido, cabe recordar que Indra creó junto con Santa Bárbara, Sapa y Escribano Mechanical & Engineering (E&ME) la empresa Tess Defence, con la que consiguió el contrato del ministerio de Defensa para los 8×8 por 2.400 millones. Con todo, y pese a la ruptura con Sapa y Santa Bárbara, la relación con E&ME se mantiene, de hecho, está valorando una posible fusión con la compañía. Y es que uno de los pilares del nuevo plan estratégico (Leading the future) de la compañía es la producción de blindados, hecho por el cual ha creado la división Indra Land Vehicles.
A este respecto, Indra anunciaba a mediados de mayo la firma de un Memorando de Entendimiento (MoU) con Rheinmetall Landsysteme, filial de Rheinmetall, para establecer una cooperación estratégica en el ámbito de los proyectos de vehículos blindados de las Fuerzas Armadas españolas. «Este acuerdo refuerza aún más la sólida alianza que ya mantienen Indra y Rheinmetall en otros ámbitos, como el acuerdo recientemente anunciado con Rheinmetall Electronics sobre el sistema de combate del Leopard 2E», explicaba la compañía. Es más, Indra está realizando una inversión significativa en capacidades para la integración, producción o transformación de vehículos blindados en España, incluyendo instalaciones específicas para este propósito.
De hecho, la cotizada española habría presentado una oferta indicativa, no vinculante, para adquirir el fabricante de blindados y vehículos de protección civil Iveco Defence Vehicles (IDV), filial del grupo italiano Iveco. El precio rondaría los 1.000 millones de euros (aproximadamente el 19% de la capitalización de Indra) y contaría con unas ventas 2024 de 1.133 millones (alrededor del 21% de ventas de Indra), un EBIT de 113 millones (23% EBIT de Indra) y margen del 10% (frente al 9,5% de Indra y 18% de Indra Defensa)