Un marco en el que la interconexión entre Francia y la península Ibérica se convertía en uno de los proyectos estratégicos para la UE, las que ha dado en llamar autopistas energéticas. Ante las reticencias del Ejecutivo galo, Bruselas da un ultimátum a Francia para lograr avances en un plazo máximo de nueve meses. «La Comisión proporcionará medidas específicas a corto plazo para abordar los retos concretos de cada una de las autopistas, con el fin de garantizar que se puedan lograr avances concretos y resultados en los próximos seis a nueve meses», apunta la comunicación de Bruselas.
La interconexión entre España y Francia lleva años bloqueada por las reticencias del Ejecutivo galo. «No ofendo a nadie si digo que Francia ha sido escéptica con el hecho de crear más interconexiones», ha reconocido el comisario de Energía, Jorgensen, en rueda de prensa, que ha recordado el apagón que vivió la península Ibérica este año. «Incluso un país como Francia ha evitado 40 apagones este año por estar interconectada con sus vecinos», ha agregado.
El comisario danés ha asegurado que creará un sistema que permita compartir mejor los costes, de tal manera que todos los países vean el atractivo de participar en estos proyectos, también reforzará el diálogo con los países implicados y buscará mejores soluciones técnicas de manera que satisfaga a todas las partes implicadas. Bruselas quiere, además, lograr una declaración política con el compromiso del Ejecutivo francés en el arranque del próximo ejercicio para avanzar en esta interconexión. «La Comisión trabajará para facilitar una declaración política conjunta en la próxima reunión ministerial del Grupo de Alto Nivel del Suroeste de Europa (primer trimestre de 2026), con el objetivo de confirmar el inicio de la ejecución de al menos uno de los proyectos y abordar los refuerzos internos necesarios de la red», avanza el Ejecutivo comunitario.
Las dos nuevas conexiones por la zona central de los Pirineos tendrán como objetivo aumentar la capacidad total de interconexión a 8 GW para 2040, revela la Comisión Europea en su comunicación, a fin de «reforzar la resiliencia del sistema y reducir la restricción de las energías renovables». El documento pone especial hincapié en la necesidad de acelerar la interconexión entre la península Ibérica y Francia. Bruselas apunta que la península continua «insuficientemente conectada al resto del mercado eléctrico europeo» y subraya que la capacidad de conexión transfronteriza actual entre el mercado galo y el español se limita a 2,5GW. «Pese a su importancia estratégica, los avances han sido relativamente lentos, y es necesario seguir trabajando en los refuerzos internos y en la clarificación del enfoque financiero», apunta el Ejecutivo comunitario en su análisis.
En mayo de 2025, el proyecto de interconexión entre Navarra y Landes (Francia) recibió 11,1 millones de euros en ayudas del programa Conectar Europa, pese a ello, no se han producido los avances que demanda la Comisión Europea. Por eso Bruselas se plantea acelerar la conversación y el proceso en el arranque del año. Otro de los proyectos estratégicos que el bloque pretende acelerar es la interconexión del corredor de hidrógeno que conectará Portugal por Alemania, pasando por España Y Francia. Se trata de uno de los proyectos de interés común identificaba la Comisión Europea y que transportará hidrógeno verde desde los centros de producción en el sur de Europa a los centros de demanda industrial en el norte de la UE.
La próxima reunión ministerial del Grupo de Alto Nivel sobre el Suroeste de Europa, prevista para el primer trimestre de 2026, pretende también abordar los aspectos técnicos, financieros y de reducción de riesgos clave para el desarrollo del corredor, el conocido como H2MED.
Para acelerar el despliegue de redes de distribución de electricidad, el Ejecutivo comunitario ha presentado este miércoles un plan para crear autopistas energéticas que contempla quintuplicar la financiación para tales proyectos, con hasta 30.000 millones de euros disponibles en el próximo presupuesto. El Ejecutivo comunitario incluirá esta partida dentro del próximo presupuesto de la UE, de 2028 a 2034, todavía en negociaciones con los organismos colegisladores. La propuesta de Bruselas plantea elevar de los 5.840 millones de euros actuales a 29.910 millones la financiación para los proyectos energéticos. Esta dotación pública, apunta, se compensará con inversión privada como parte de la Estrategia de Inversión en Energías Limpias que el Ejecutivo comunitario presentará en los próximos meses.
