Han sido los propios redactores de la ley y los representantes de la mayoría Frankenstein que la votaron sin saber lo que votaban o las consecuencia que podría tener aquello los que han removido lo mas profundo del lodazal y ahora hay que tratar de frenarlo nadie sabe muy bien cómo, pero al fiscal general le empieza a cubrir un tufo de proporciones desconocidas e inesperadas, porque hay que recordar que cuando se empezó a hablar del tema, y que jueces vendidos a Moncloa serian los responsables de amnistiazo todos hablaban de Conde Pumpido y unos y otros aseguraban que la palabra final la tendría Bruselas que seria quien al final tendrá que determinar la legalidad de la norma.
Pues bien, de momento la primera batalla está siendo entre fiscales y eso tiene su importancia porque puede dilatar y complicar la situación de los que ya se veían amnistiados, además de dejar claramente al aire las desnudeces del ocupante de La Moncloa y su tipo de democracia que quiere instaurar en España con consecuencias nefastas para la separación de poderes y el respeto a la libertad de los ciudadanos que pasarían a ser de varios tipos y clasificaciones según su capacidad de tumbar o no al presidente del Gobierno
Porque nadie se llame a engaño, aquí en estos momentos esta en juego algo mucho mas serio que la aplicación o no de una simple y chapucera ley. Aquí ha empezado la auténtica batalla política por un modelo u otro de Estado y una u otra manera de entender y respetar la libertad de los ciudadanos como iguales ante la ley. Todo lo demás son disculpas para llegar a eso a una España con ciudadanos de primera y de segunda.
Lo del fango, y su correspondiente maquinita de marras que se han inventado los socialistas son ,maneras de tapar el enrome boquete por el que quieren introducir ese nuevo modelo social que el sanchismo trata de implantar para perpetuar en el poder a su amo dueño y señor, en compañía de su señora, la imputada.