Pero, toda apunta a que no se esperan grandes sorpresas y volatilidad, de hecho estos 6 bancos han tenido una volatilidad media del 2,7% durante las presentaciones de los últimos 2 años.
En este contexto es previsible un BPA del sector cerca del 4% anual en comparación con casi el 9% de la media del S&P500 o la tecnología (entre el 16% y 18). Aun así se encuentra por encima de las expectativas de otros sectores como inmobiliario (+2%) consumo básico (-0,5%) industriales (-3,5%) o materiales (cerca del -10%). Lo principal será revisar el segmento de capital markets, banca de inversión y gestión de activos cuyos beneficios se esperan que crezca cerca entre el 10 y 20%, si no fuera por ello el sector estaría hablando de caídas en beneficios.
Lo que nos preocupa del sector bancario estadounidense a precios actuales y beneficios estimados futuros es la valoración, con un PER de media en 15 veces, que si bien es prácticamente la mitad que del sector tecnología, está un 15% por encima de la media de los últimos 10 años, según datos de FactSet.
En términos de rentabilidad, el sector (medido por el ETF XLF Financial Select Sector) acumula una subida del 1% y 10% durante los últimos 3 y 6 meses respectivamente frente al 8% y 17& del S&P500 o 5% y 22% del sector bancario europeo. El mayor margen de intereses acumulado por la mayor dependencia de la banca europea del mismo ha hecho que el sector muestre una mayor fortaleza que en los EEUU,
Independientemente de ello, varias referencias norteamericanas como JPMorgan o Wells Fargo doblan la rentabilidad del sector desde principios de año con subidas cercanas al 20%. Sin entrar en detalles, desde un punto de vista técnico la tendencia alcista es indudable y en la mayor parte de ellos la referencia importante a modo de soporte son los mínimos del pasado mes de junio.