Esta festividad, en la que se entiende la muerte como parte de la vida, se celebra en algunas provincias argentinas (Jujuy, Formosa, Tucumán, el Chaco, Corrientes, Misiones y Salta) como un momento importante para las familias que quieren honrar y recordar a sus seres queridos. En estas fechas rinden tributo a la memoria de quienes no están en una jornada que culmina con una celebración muy gastronómica, donde se preparan las comidas y las bebidas que más les gustaba disfrutar en vida: empanadas, asado, locro picante, y variedad de panes. Estas ofrendas permanecen en una mesa principal y al levantarse el día 2 de noviembre, lo que no comió el alma, es compartido con los presentes.
Por eso, y para aunar tradiciones, La Cabrera prepara una propuesta gastronómica muy argentina para el Día de las Almas. La empanada de carne cortada a cuchillo es el inicio de este homenaje a la cultura culinaria del país, con un relleno típico de guiso andino, cuyo principal ingrediente es el maíz.
Todo continúa, como no podía ser de otra forma, con sus carnes, como su asado de tira nacional, la entraña argentina, el ojo de bife o su chuletón argentino. Todo esto acompañado de un ritual, en cocina y en sala, que rinde tributo a la carne y a la cultura gastronómica de la parrilla argentina.
La carta de vinos argentinos de La Cabrera se suma a esta celebración con opciones para todos los gustos, apostando por Luján de Cuyo, Mendoza o Valle de Uco.
La Cabrera es una casa de carnes, que respeta la tradición y la esencia de la familia argentina, rindiendo un orgulloso tributo a la cultura culinaria del río de la plata. Todo el recorrido que vivencian las personas, desde que llegan hasta que se van, está pensado para despertar sus sentidos, donde los aromas y sabores del lugar les hacen vivir una experiencia gastronómica única e inigualable.