Mientras que en el conjunto de los países que integran este organismo la renta per cápita de los hogares en términos reales (es decir, una vez eliminado el efecto de la inflación) ha crecido un 22,1% en los últimos dieciséis años, España es uno de los únicos tres países en los que ha disminuido. Italia es el peor posicionado, con un descenso del 8% en este periodo, seguida de Austria, con un retroceso del 2,6% y, en tercer lugar, España, con un descenso del 0,7%. En el lado opuesto se sitúa Polonia, cuya renta real por hogar ha crecido un 60,8% desde 2007; seguida de Chile, con un avance del 51,7%, y de Hungría, con un +40,2%.
Países europeos vecinos como Francia y Portugal han registrado avances del 10,2% y 10,4%, respectivamente, en este indicador que mide la relación entre el Producto Interior Bruto (PIB) y el número de familias.
Al tratarse de un cociente, la evolución de la renta per cápita viene determinada tanto por el crecimiento del PIB como por el incremento de la hogares, de forma que si crece a mucho más ritmo el número de familias que la producción del país la ratio empeora.
Si se mira la evolución del PIB per cápita (en relación al número de residentes y no de hogares) ha crecido desde 2007 un 3,8% en España, según los datos publicados por la OCDE, lo que sitúa al país como el quinto con un menor crecimiento económico por habitante en los últimos tres lustros.
En peor situación se encuentran Grecia, Luxemburgo e Italia, cuyo PIB per cápita ha decrecido en este periodo (-16,2%, -4,4% y -1%, respectivamente) y también Finlandia, que ha registrado un crecimiento más moderado que el nuestro, del 3,7%.
El crecimiento, aun así, es muy inferior al que ha registrado la media de la OCDE (del 16,7%) y la UE (del 14,3%). En el conjunto de la OCDE, la renta real per cápita de los hogares ha crecido un 5,2% desde antes de la pandemia (último trimestre de 2019), mientras que el PIB per cápita ha avanzado un 3,8%.
España no sólo ha tenido peor evolución que el resto de países de la UE en PIB per cápita, sino que la propia riqueza de los hogares es inferior a la de otros estados de la Unión Europea. Según datos de Eurostat publicados el pasado viernes, la renta disponible de los hogares (los ingresos que tienen las familias, después de impuestos y otras deducciones, disponibles para gastar o ahorrar) es inferior a la de la media comunitaria. En concreto en España se sitúa en 17.254 unidades de poder de compra por habitante (unidad monetaria artificial que se utiliza como indicador que serviría para comprar la misma cantidad de bienes y servicios en cada país), mientras que la media de la UE se sitúa en 18.706 unidades.
Los países en los que los hogares son más ricos son Luxemburgo (33.214 unidades), Países Bajos (25.437), Austria (25.119), Bélgica (24.142), Dinamarca (23.244) y Alemania (23.197); mientras que los más pobres son los búlgaros (9.671), eslovacos (9.826), rumanos (10.033), húngaros (10.217) y griegos (10.841).