Los bonistas acordaron en abril el rescate de Naviera Armas. Un grupo de inversores liderados por JP Morgan, Barings, Cheney Capital, Bain Capital y Tresidor ha acordado reducir sustancialmente el pasivo de la compañía canaria de transporte marítimo, al pasar la deuda de la compañía de los 445,9 millones a los 178 millones gracias a un proceso de recapitalzación de deuda y conversión en capital. Han acordado postergar los vencimientos a 2026 e inyectar hasta 73,3 millones al grupo para cubrir sus necesidades de liquidez mientras se cierra esta refinanciación.
A cambio, los bonistas se han hecho con el 94% del capital y han dejado a los fundadores, la familia Armas, con un 6%. Además, han impuesto una dirección transitoria, con Sergio Vélez, mananing director de FTI, como consejero delegado.
Aun antes de que arranque la venta ya hay dos candidatos claros, que sondearon una operación a finales del año pasado. El primero es Balearia, cuyo presidente, Utor, pretende crear un gran grupo español del transporte marítimo, capaz de hacer frente a sus competidores, Grimaldi y MSC Cruceros.
Los italianos son los otros grandes contendientes. En 2021 acordaron la compra de las rutas de Naviera Armas en Baleares, parte de Transmediterránea, una compañía que los canarios compraron a Acciona en 2018 por 420 millones. El mercado también especula con que ahora se lancen a por el resto de la empresa.