En efecto, las eléctricas en unos días presentarán al Ministerio de Transición Ecológica una propuesta formal para ampliar la operación de la central nuclear de Almaraz, cumpliendo así con la Instrucción dictada por el Consejo de Seguridad Nuclear el pasado mes de julio sobre la presentación de los documentos oficiales de explotación y otra documentación de soporte, asociados a la declaración de cese definitivo de explotación de la unidad I de la central nuclear Almaraz. En las condiciones de funcionamiento requeridas por el CSN, los titulares deberán evaluar la seguridad y los riesgos asociados, de acuerdo con el Reglamento sobre seguridad nuclear en instalaciones nucleares (RSN)
Según el CSN, mediante esta ITC, se requiere al titular que envíe con una antelación de dos años a la fecha límite de la autorización de explotación (o fecha de declaración de cese de explotación): el listado de normativa y bases de licencia aplicables a la nueva situación de cese; los documentos oficiales en parada (DOP), que supondrán la modificación de los documentos oficiales de explotación adaptados a la nueva situación de cese; así como los denominados documentos complementarios a los oficiales de parada (DCOP), que se remitirán al CSN para apreciación favorable con un año de antelación a la fecha de declaración de cese.
La declaración de cese es una modificación de la autorización de explotación que, de acuerdo con el artículo 28 del RINR debe ajustarse a las actividades a realizar a partir de ese momento y mientras se autoriza el desmantelamiento.
Las eléctricas consideran que con esta decisión tendrá que ser el Gobierno el que decidida de forma clara el cierre de la instalación y en todo caso consideran ilógico llevar a cabo el cierre de un grupo y un año después el del otro. La medida adoptada por las eléctricas puede además abrir las puertas a futuras reclamaciones judiciales en caso de que el Ejecutivo apueste por el cierre de la instalación.
Las empresas consideran que la continuidad de Almaraz es esencial para asegurar la estabilidad del sistema eléctrico y para ello saben que tiene que producirse un informe de Red Eléctrica en el que se pronuncien sobre la afección que este cierre puede tener para la seguridad del suministro en estos momentos. Para las eléctricas, la generación síncrona de Almaraz aporta inercia y capacidad de control de tensión, especialmente en zonas con alta penetración renovable. Por ese motivo, consideran que retrasar el cierre permitiría mantener un suministro seguro, contener la factura eléctrica y evitar emisiones de CO2, mientras se refuerza la independencia energética nacional.