Sin embargo, el dato se ha desacelerado respecto al 54,1 registrado en abril, atenuándose así el ritmo de crecimiento hasta su mínimo en tres meses. Esto se debe a que la creciente desaceleración industrial ha contrarrestado la reactivación del sector servicios.
La inflación de la eurozona repunta
Pese a ello, el crecimiento fue «robusto» y el tercero más fuerte de los últimos doce meses, remarca la nota remitida por S&P Global, que explica que el ritmo de crecimiento se ha moderado en el quinto mes de 2023 «en respuesta a la casi falta de aumento de los volúmenes de nuevos pedidos recibidos», y el repunte fue «cada vez más desparejo». Así, el «sólido» crecimiento de la actividad en el sector servicios contrasta con una «agudización de la disminución de la producción industrial, relacionada a su vez con una creciente disparidad entre la demanda de productos y la de servicios».
El índice adelantado PMI de actividad del sector servicios se ha situado en 59,9 en mayo, frente al 56,2 de abril, mientras que el PMI adelantado de producción del sector manufacturero ha caído a 46,3 desde el 48,5 del mes anterior, su mínimo de los últimos seis meses. La disparidad entre sectores se ha ido intensificando, refleja la encuesta, que destaca que los resultados del sector servicios han superado a los del sector manufacturero «por el margen más amplio observado desde enero de 2009». «La encuesta nunca antes ha registrado un crecimiento económico del sector servicios tan marcado al mismo tiempo que el sector manufacturero registra un declive», destaca el comunicado, en el que se explica que esta divergencia ha sido «más marcada» en el caso de los nuevos pedidos. «Los volúmenes de nuevos pedidos recibidos en el sector servicios aumentaron por quinto mes consecutivo, pero al ritmo más lento de los tres últimos meses, mientras que los nuevos pedidos del sector manufacturero cayeron a un ritmo cada vez mayor» y los resultados «estuvieron por debajo de los del sector servicios por el margen más amplio observado desde 2008». En conjunto, los nuevos pedidos «apenas aumentaron ligeramente, y al ritmo más lento de los cuatro últimos meses».
El PMI revela una «ausencia de crecimiento de la demanda conjunta», por lo que el crecimiento de actividad total en la región «fue apuntalado una vez más por la actividad de las empresas para completar los pedidos recibidos en meses anteriores».
En cuanto al empleo, la encuesta muestra que mientras que en el sector manufacturero aumentó «apenas ligeramente», de forma que la tasa de creación de empleo se redujo hasta su mínimo de los últimos veintiocho meses, el crecimiento de las plantillas en el sector servicios «fue el segundo más sólido registrado en los últimos doce meses». Así, el empleo conjunto fue más débil que en abril, pese a ser el segundo más alto registrado en los últimos doce meses.
Los precios medios cobrados por los productos y servicios aumentaron, por su parte, al ritmo más lento de los últimos veinticinco meses, siguiendo así con la tendencia de atenuación que vienen registrando en el último año. «Aunque los precios cobrados por los productos industriales cayeron por primera vez desde septiembre de 2020, las tarifas medias cobradas por los servicios aumentaron intensamente y su tasa de inflación se aceleró frente a la de abril».
Precisamente, sobre las tendencias de inflación de ambos sectores, el PMI apunta que refleja las diferencias entre las condiciones de demanda, puesto que las firmas del sector servicios «indicaron un mayor poder de fijación de precios en medio de una reactivación de la demanda», mientras que los fabricantes han reportado una «creciente necesidad de ofrecer descuentos para estimular las ventas».
Por último, cabe destacar que según la encuesta el optimismo respecto a los próximos doce meses ha seguido decreciendo frente a los máximos de un año registrados en febrero, «cayendo con especial intensidad en el sector manufacturero, aunque también siguió reduciéndose en el sector servicios». Hay una «preocupación creciente por la debilitada demanda de los clientes y por el aumento de las tasas de interés, que acentúan la incertidumbre respecto a las perspectivas y aumentan los riesgos de que se produzca una recesión».